Castilla-La Mancha presenta “riesgos” para la sostenibilidad de su deuda
En el período 2010-2014, Castilla-La Mancha incumplió los objetivos de estabilidad presupuestaria, salvo en el ejercicio 2012, motivo por el que la región ha reducido su necesidad de financiación más de 2.000 millones de euros, pasando de un déficit del 7% al 1,8% del PIB regional. Debido a ello, y partiendo del último dato publicado, el de 2014, el esfuerzo que esta comunidad autónoma debe realizar para cumplir el objetivo de estabilidad fijado en el -0,3% para 2016, representa hasta 1,5% del PIB regional.
Son algunas de las conclusiones del Informe sobre las líneas fundamentales de presupuestos para 2016 de la Comunidad Autónoma de Castilla–La Mancha, hecho público por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que a la luz de estos datos aprecia un “riesgo moderado de incumplimiento” del objetivo de estabilidad presupuestaria del año que viene, “debido a las incertidumbres apreciadas fundamentalmente en los gastos previstos por la comunidad”.
Por otro lado, también apunta que la evolución prevista del gasto podría ser “incompatible” con el cumplimiento de la regla de gasto. Esto es así porque la “probable desviación” en 2015 respecto al objetivo fijado, que ya se puso de manifiesto en el Informe de AIReF de 15 de julio sobre el cumplimiento esperado de los objetivos de 2015 y que ha sido confirmada por la comunidad, hace que el esfuerzo a realizar en 2016 pueda estar en torno al 0,9% del PIB.
En otro capítulo, el informe apunta que Castilla-La Mancha presenta “riesgos para la sostenibilidad financiera en el medio y largo plazo”, dado el elevado nivel de partida de su deuda. Aunque apunta que la dinámica “no es creciente” en el horizonte de medio plazo, añade que posibles “perturbaciones negativas” macro-fiscales generarían “trayectorias insostenibles”.
Necesidades de liquidez y recomendaciones
En cuanto a las necesidades de liquidez de la región, los expertos afirman que están “relativamente contenidas” si se mantienen los mecanismos extraordinarios de financiación, “si bien en el medio plazo podría haber tensiones por los fuertes vencimientos que deben ser atendidos”.
La AIReF formula finalmente una serie de recomendaciones, entre las que se encuentran que la Intervención General de la comunidad autónoma informe periódicamente al Gobierno autonómico del seguimiento de la ejecución presupuestaria, alertando sobre la conveniencia de adoptar decisiones para la corrección temprana de las desviaciones que pudieran producirse. De hecho, apunta que este seguimiento sea “particularmente estricto” por ese riesgo alto de sostenibilidad de la deuda.
“El Gobierno de Castilla–La Mancha debe consolidar el presupuesto como documento en el que se concrete anualmente la planificación plurianual de la comunidad a medio plazo, especialmente en este momento de definición y arranque del plan de actuación fiscal y presupuestaria para los próximos cuatro años”, concluye.
