César Pérez Gellida publica “Cuchillo de palo”, segunda parte de su trilogía

Apartado del cuerpo de homicidios, el inspector Ramiro Sancho vivirá su “descenso a los infiernos” en “Cuchillo de palo”, la nueva novela negra con la que César Pérez Gellida continúa su trilogía de suspense, en la que profundiza en la trama masónica de la Congregación de los Hombres Puros.

“Me gusta ir creando una historia que me pueda sorprender a mí mismo”, explica Pérez Gellida (Valladolid, 1974) en una entrevista con Efe, en la que explica que su nuevo libro descubre cómo funciona esa organización “con tintes masónicos” aunque la línea principal sigue la evolución de Sancho.

“Cuchillo de palo” (Suma de Letras) es la segunda entrega de la trilogía de suspense “Refranes, canciones y rastros de sangre”, con la que el autor reconoce que se “divierte” al escribir ya que esta obra tiene una estructura “más compleja” que “Sarna con gusto” porque, admite, las líneas argumentales rectas le “asustan”.

El libro sigue al inspector vallisoletano Ramiro Sancho que, tras ser apartado del cuerpo por los sucesos de la historia anterior, ha resuelto dedicarse a “sus vicios” y “descender a los infiernos” en Galicia, el lugar más aislado posible que ha podido encontrar.

Paralelamente, Erika, Ólafur y su nuevo compañero, Uriel, emprenden la caza de los miembros de la organización criminal conocida como la Congregación de los Hombres Puros con el objetivo de alcanzar la cúspide, pero la escalada les deparará una serie de riesgos que ni siquiera han sido capaces de evaluar.

De esa congregación, cuyo germen se establece en la novela “Khimera”, Pérez Gellida confiesa que se inspiró en la masonería del siglo XVIII, aunque actualizada con “las nuevas tecnologías” y basándose en historias reales “rellenadas de ficción”.

Para este caso, al vivir actualmente en Buenos Aires (Argentina), en un país “construido desde los cimientos por los masones”, tomó como ejemplo el edificio del Palacio Barolo, que tiene “mucho que ver” en la ficción con la Congregación de los Hombres Puros, desvela.

La parte “más negra” de la novela, sin embargo, es en la que se ve envuelto el protagonista, Sancho, que “entre alcohol, drogas y prostitutas” encuentra una mafia nigeriana que hace trata de mujeres y las extorsiona con vudú.

Para desarrollar esa idea, el escritor, Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses, investigó a través de sus contactos en la policía, con el objetivo de mostrar las grietas y aristas de la cara oculta del ser humano.

El desenlace de esta trilogía no saldrá hasta marzo, cuando se publica “A grandes males”, de la que Pérez Gellida ya avanza que se verá la relación real entre los Hombres Puros y la masonería a través del universo de Dante y “La Divina Comedia”.

Del final asegura que “nadie se hace una idea de lo que se van a encontrar los lectores”, ya que él mismo “no planifica” lo que va a escribir porque va “escena a escena”, un estilo que el público conoce como “gellidismo” y que el literato quiere continuar más allá de esta segunda trilogía.