La UE buscará un acuerdo sobre el presupuesto 2014 que rompa el bloqueo

Los países de la Unión Europea (UE) y las instituciones comunitarias mantendrán mañana, lunes, un encuentro que amenaza con prolongarse más allá de la medianoche para tratar de cerrar el presupuesto de 2014 en medio de profundas diferencias.

Los representantes de los países de la UE, en su mayoría embajadores, se reúnen a las 09.00 GMT del lunes, apenas una hora y media antes de que dé comienzo la reunión del Comité de Conciliación a dos días de que venza el plazo límite para un acuerdo, que los Veintiocho y el Parlamento Europeo buscarán in extremis.

Los países defienden establecer el límite de los pagos para el próximo año en 135.000 millones de euros y en 142.230 millones para los compromisos -el importe máximo de pagos futuros a los que se puede comprometer la UE-, mientras que el Parlamento pide cerca de 1.440 millones más para los pagos y 855 millones más para los compromisos.

Una de las claves en las negociaciones presupuestarias es una partida de tan solo 400,5 millones de euros, que se destinará a compensar a varios países centroeuropeos -especialmente Alemania- por los destrozos causados por unas fuertes inundaciones.

El quid de la cuestión no reside en su monto, sino en la filosofía que subyace detrás de la misma: el Parlamento exige que sean aportados como dinero nuevo por los países y estos defienden que sean reasignados dentro del presupuesto ya previsto.

Fuentes de la Eurocámara indicaron a Efe que la solución podría pasar por recolocar 200 millones de euros ya previstos en el presupuesto actual a este fin y cubrir el resto con dinero adicional aportado por los Estados o incluirlos ya en el presupuesto de 2014.

Los 400,5 millones forman parte de una serie de enmiendas para aumentar el presupuesto de 2013, que incluían también 2.700 millones para compensar la caída de la recaudación comunitaria en derechos aduaneros.

Además, fue necesario sumar otros 11.200 millones de euros a las cuentas de este ejercicio para cubrir la falta de fondos detectada por la Comisión Europea (CE) que amenaza con llevar a la UE a no poder hacer frente a sus facturas hasta finales de año.

La CE ha avisado además a los países miembros de que faltarán 20.000 millones de euros en la caja hasta finales de año, dado que los cálculos de los países prevén aún unas facturas de aproximadamente 50.000 millones de euros y en el presupuesto quedan solo 30.000 millones.

Ese dinero tendrá que ser trasladado previsiblemente al presupuesto de 2014, unas cuentas con un techo para compromisos inferior incluso al de 2013.

Las negociaciones para cerrar las cuentas de 2014 se enmarcan en una disputa más amplia sobre las distintas posturas que defienden la CE y la Eurocámara, a favor de una mayor financiación de la UE, y los países, defensores de aplicar recortes, en línea con las políticas de austeridad aplicadas a nivel nacional.

Además, el Parlamento Europeo se opone a recortar el presupuesto de la UE para 2014 en las partidas de empleo e investigación, como propuso el Consejo, y pide aumentar la ayuda humanitaria a Oriente Medio y Siria y los fondos para Frontex, el organismo de control de las fronteras exteriores.

Las divergencias se vienen repitiendo en todas las negociaciones presupuestarias: la de las cuentas plurianuales 2014-2020, las enmiendas rectificativas a las de 2013 y las de 2014.

Las fuentes parlamentarias apuntaron que, de lograrse un acuerdo este lunes, podría desatascarse la situación para lograr cerrar los tres capítulos definitivamente en el plenario que se celebrará en Estrasburgo (Francia) la semana del 18 al 21 de este mes.

Si las partes logran un compromiso mañana, la Comisión de Presupuesto del Parlamento Europeo votará el próximo jueves el presupuesto para 2014 y el marco plurianual para 2014-2020 tras meses de arduas negociaciones con el Consejo Europeo, paso previo a su paso por el plenario de la Cámara.

Pese a que el Consejo de la UE y los eurodiputados cerraron un “acuerdo político” a finales de junio en torno al marco presupuestario para los próximos siete años, ambas instituciones han sido incapaces de ponerse de acuerdo para cerrar los últimos flecos de las cuentas y dar su aprobación definitiva.