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El trabajo autónomo femenino crece en la franja de edad entre 40 y 55 años
El emprendimiento femenino ha crecido en los últimos tres años hasta un 5 % en las mujeres con edades comprendidas entre 40 y 55 años, por encima del colectivo de autónomos masculinos que en ese grupo de edad aumentó sólo un 2 %, según recoge el Anuario 2016 sobre el Trabajo Autónomo Femenino.
Este anuario estadístico, elaborado por la Asociación Nacional de Mujeres Autónomas y Emprendedoras (Anmeya) y financiado por el Ministerio de Empleo, también revela que, frente a la tendencia al alza del trabajo autónomo entre las mujeres de más edad, los porcentajes decrecen por debajo de los 39 años, y especialmente entre las menores de 25.
Según el anuario, las mujeres más jóvenes abandonan antes sus proyectos empresariales, “quizás porque encuentran empleo o no logran llevar a cabo sus negocios por falta de práctica empresarial o falta de conocimientos”.
El anuario constata que la edad más frecuente para decidir dar el paso como trabajadora autónoma se encuentra a partir de los 40 años, ya que más del 40 % de las trabajadoras autónomas en España tiene esa edad, incluso el porcentaje es superior en las autonomías de Asturias y Galicia.
Respecto a las autónomas extranjeras, en 2016 decrece el número de inmigrantes sudamericanas mientras que aumentan las emprendedoras del resto de países de Europa fuera de la UE.
En cifras globales, el total de afiliados a la Seguridad Social en 2016 como autónomos es de 1.974.881, un 1,5 % más que el total contabilizado a finales de 2014.
De ese total, el colectivo de mujeres supone un aumento del 2 % en los últimos tres años (684.467) frente al incremento del 1,2 % masculino (1.290.414).
Por actividades, el sector servicios es el que presenta una mejor tasa positiva del crecimiento de afiliación femenina en los últimos tres años, un aumento de afiliación del 2,7 % frente al 1 % de aumento de la afiliación masculina.
En el extremo contrario se encuentra la agricultura, con un descenso de afiliación total del 1,3 %.
En este caso, la caída es más acusada entre las mujeres, con un 4,2 % menos de afiliadas, frente al grupo masculino que pierde sólo el 0,1 % de afiliados.
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