La prueba de acceso a la universidad en Extremadura: casi idéntica a la selectividad y alejada de la LOMCE
“No sé para qué tipo de prueba tengo que preparar a mi alumno”. Esta ha sido la frase más repetida en las aulas entre los docentes que imparten clases en Segundo de Bachillerato.
La incertidumbre ha marcado el curso, que comenzaba con la derogación de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) tras la entrada en vigor del decreto de las reválidas y de la LOMCE.
El Diario Oficial de Extremadura publicó este viernes la constitución de la Comisión Organizadora de la prueba de evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad. Los exámenes que tendrán que superar los alumnos se parecen mucho a la selectividad y poco al planteamiento que hacía la LOMCE. Se denominan Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU).
Tal como anunció la Consejería de Educación la prueba planificada ha resultado ser lo más parecida posible a la selectividad. El acuerdo entre el ministro Méndez de Vigo y la Conferencia de Rectores de las Universidades (CRUE) determinó que el marco legal lo establece el Estado, pero las comunidades desarrollan el examen y ponen las preguntas y el calendario.
En contra del borrador de la LOMCE, desaparecen dos elementos de discordia: un examen tipo test unificado para toda España y la posibilidad de que las universidades realizaran una segunda prueba a los estudiantes. Otro elemento importante, no es obligatorio aprobarla para obtener el título de bachillerato, aunque en caso de que la Ley Wert siga vigente el próximo curso si sería obligatorio.
El nuevo sistema
La Consejería de Educación explica que evaluación versará exclusivamente sobre las materias del bloque de asignaturas troncales de 2º curso y en su caso, de la materia Lengua Cooficial y Literatura. El alumnado que quiera mejorar su nota de admisión podrá examinarse de al menos dos materias de opción del bloque de las asignaturas troncales de 2º curso.
Los sindicatos valoran que con esta fórmula se perjudica lo menos posible tanto al alumnado como al profesorado. Por parte de UGT Extremadura, Rosa Martín explica que el curso académico comenzó con una gran inquietud, porque el profesorado impartía clases sin saber el contenido de la prueba y los alumnos sin conocer el examen al que se iba a enfrentar.
Francisco Jiménez, de CCOO, indica que la última etapa de bachillerato tiene adaptada su programación para el acceso universitario, de manera que todo el esfuerzo de la programación se basa en preparar a la juventud para la prueba. De ahí el lío en las aulas, con unas unidades didácticas sin el contenido de la reválida, mientras el Gobierno de Rajoy seguía adelante con ellas.
Diferencias
Una de las diferencias del acceso a la universidad de este curso respecto a los anteriores es en el caso del alumnado con materias no superadas de Bachillerato del currículo anterior a su implantación de la LOMCE, que no necesitará superar la prueba para acceder a la universidad y se le aplicará la calificación final que obtuvo en bachiller.
En todo caso se recomienda a los estudiantes en esta situación que se presenten a la prueba, una recomendación que ha hecho Educación y que se ha transmitido a todos los centros. Tendrán prioridad aquellos alumnos y alumnas que sí hayan hecho la prueba para acceder a los estudios universitarios.
