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Iago, Duarte, Miguel y Enrique José: cuatro historias de la nueva emigración gallega

Iago Lestegás

Virginia Uzal

“Hay épocas en las que no se te pasa por la cabeza marcharte de tu tierra o si lo haces, no es por necesidad. Ahora la gente ya comienza a marcharse para poder conseguir un trabajo, ahí está la pena. Volvemos a ser una generación de emigrantes”. Así lo perciben muchos jóvenes que no ven más salida que la de marcharse de Galicia en busca de un futuro mejor. Mientras algunos se marchan con la morriña inseparable, otros ven en esto una oportunidad para moverse por el mundo y progresar tanto académica como laboralmente.

La emigración se convirtió en la salida elegida por muchos de los gallegos y gallegas que no veían solución en un país que supera el 50% de la tasa de paro en los menores de 25 años. Un total de 124.845 personas de entre 18 y 34 años abandonaron Galicia entre 2002 y 2011. Más de la mitad de esas emigraciones se produjeron entre los años 2007 y 2011, años en los que comenzaba y evolucionaba la crisis. En el pasado año 2012 fueron otras 25.000 personas las que decidieron abandonar la tierra gallega. Los destinos más solicitados en la llamada 'emigración exterior' son Sudamérica, a donde se marcharon más de 15.000 gallegos y gallegas entre el 2008 y el 2011 y Europa, donde emigraron casi 12.000. Dentro de la emigración 'interior' destacan los datos del pasado año 2012, donde según el INE más de 15.000 personas decidieron abandonar Galicia por otra autonomía. Eligieron Madrid 3.758 gallegos y gallegas, más de 2.000 Catalunya y 1.870 las Islas Canarias. Destaca también Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana, donde emigraron alrededor de 1.000 gallegos y gallegas por cada comunidad.

Entre estas cifras se encuentran cuatro jóvenes gallegos que como los demás decidieron dejar su tierra en busca de un futuro mejor. Son las historias de Enrique José, Duarte, Iago y Miguel. Cuatro historias entre todas las que quedan por contar.

Salida de Galicia

Salida de GaliciaEnrique José López, Kiko, decidió marcharse a Suiza en busca de trabajo. Formaba parte de uno de los más de 93.000 hogares gallegos con todos sus miembros en paro. “Había que pagar facturas, letras, comida... era una situación que no se podía sostener”. “Los motivos que me llevaron a salir de Galicia son muy claros: la crisis. No tenía un puesto de trabajo y la situación no tenía pinta de mejorar”.

Duarte Romero reconoce que se le presentaron tres alternativas: “Buscar trabajo en Galicia, estudiar un máster en el Estado español o marcharme al extranjero”. “Lo del empleo estaba complicado y ningún máster me gustaba lo suficiente como para pagarlo, por lo que la opción que me quedaba era emigrar”. Decidió marcharse una temporada a Londres para mejorar el inglés y trabajar “en algo básico para luego poder cursar un máster en el Reino Unido, esto aumentaría mi empleabilidad”.

Iago Lestegás repitió el mismo camino que sesenta años antes habían hecho sus abuelos, emigrar a Argentina. Terminó la carrera en mayo del 2012 y lo que quería era encontrar un trabajo en su campo. “Dado que yo había estudiado Arquitectura, el horizonte laboral era francamente inquietante en Galicia, cosa que confirmé con algunas ”exploraciones“ que hice y con gente que contacté en el sector”. “La emigración era la única salida”, ya que además de no haber ofertas laborales, Iago no se encontraba preparado ni capacitado para montar un negocio propio “no es lugar fácil para emprender nuestro país, por más que hablen de medidas estrella que acaban quedando en nada y sólo sirven para llenar programas electorales fraudulentos”.

Miguel Sabel estudió Diseño Industrial en Galicia, en la UdC “al terminar sabía que precisaba seguir aprendiendo y sobre todo ver cosas fuera. Gracias a mis padres tuve la oportunidad de pasar casi dos años en Barcelona entre máster y prácticas”. “Cuando comencé a buscar un trabajo de verdad, después de meses contestando ofertas y escribiendo a empresas me enteré de que en Galicia no había ni un sólo puesto para mi perfil. En poco tiempo aparecieron varias oportunidades en Madrid, así que hice la maleta, me metí en casa de un amigo y desde entonces han pasado otros tres años”.

El destino

El destinoKiko optó por Suiza (Ginebra) porque sabía que había trabajo y porque tenía un lugar donde poder quedarse, una familia conocida que lo acogió como un hijo más. Destaca también las calidades laborales, el buen nivel de vida y la estabilidad económica: “apenas se nota la crisis”. A pesar de que fue sin trabajo, sin contrato, ahora trabaja en la construcción y afirma estar “muy contento”. “Veo una salida a la situación que tenía en Galicia”.

Duarte pasó cerca de un año trabajando de camarero en Londres y estudiando inglés. Escogió Inglaterra porque el inglés era el idioma que más conocía y por su situación económica y en particular por la ciudad de Londres, “porque me gustaba y porque era un centro económico importante, por lo que esperaba que no me costase mucho encontrar trabajo”. Ahora está en Birmingham, donde fue a estudiar un master en periodismo online: “Merecía la pena porque estaba dirigido por un prestigioso profesor que además trabaja en temas como el periodismo de datos, tema que en España aún es muy incipiente”. Con el máster terminado, su intención es quedarse y buscar trabajo en el Reino Unido, “no creo que en Galicia pueda encontrar oportunidades que me permitan desarrollarme profesionalmente”.

El primer destino de Iago fue Buenos Aires, Argentina. “Una vez comprendida la necesidad de buscar trabajo fuera elegí ir para Sudamérica por razones personales: había estado haciendo allí el Proyecto Fin de Carrera y había sido una buena experiencia, tengo también la nacionalidad argentina, lo que me simplifica mucho las cosas, y sobre todo porque mi pareja es de allá, un factor muy importante a la hora de escoger destino de emigración”.

Estuvo en Buenos Aires hasta el pasado mes de enero de 2013, donde tuvo varias experiencias laborales que le permitieron coger experiencia y poder aceptar una oportunidad laboral en Euskadi, donde está ahora. Comenta que la emigración a Euskadi fue aún más dolorosa que la argentina. “Estoy en Euskadi porque fue donde encontré trabajo de este lado del Atlántico, en este caso no había razones personales, simplemente una oportunidad laboral que consideré que valía la pena. Ésta es por lo tanto una emigración más dolorosa que la anterior, porque aquí no tenía base alguna sobre la que construir una nueva vida, como sí tenía en Buenos Aires, donde nunca comencé desde cero”.

Miguel comenta que nunca pensó que tendría que emigrar, “siempre pensé que sería temporal, pensaba que ahí quedaría todo”. Al final lleva fuera de casa cinco años con una emigración interna entre Madrid y Barcelona.

Obstáculos en el proceso de la emigración

Obstáculos en el proceso de la emigraciónKiko resalta el idioma: “Nunca había estudiado francés, por lo que me cuesta aún más adaptarme, pero también es satisfactorio ver los progresos”. También destaca el ritmo de vida: “No creo que se le pueda llamar obstáculo, pero es muy diferente, en las primeras semanas cuando estás en pleno proceso de adaptación cuesta más, pero después te acostumbras”. Reconoce que con estudios es más fácil encontrar trabajo, aunque depende del sector.

“Ahora hay mucha información en la red subida por emigrantes que ayudan a los nuevos a venir a Inglaterra”, afirma Duarte. Él comenzó una web llamada Galicia no UK para ayudar a los nuevos emigrantes. “Ahora en cuanto a información tienen las cosas más fácil, cuando yo fui había información tan sólo en foros y webs pero no era tan abundante”. “Este fue el mayor problema que tuve”, reconoce, “era lanzarse a la aventura”. A pesar de todo, reconoce que no tuvo grandes problemas: “No tardé demasiado en encontrar trabajo y me adapté relativamente rápido al país”. La mayor dificultad para los emigrados a Inglaterra es el idioma: “Si tu nivel de inglés no es bueno, tendrás dificultades para incorporarte al mundo laboral”.

Iago reconoce que no tuvo muchas dificultades “técnicas”, la experiencia de haber viajado le ayudó a llevar mejor la emigración. “Había tenido varias experiencias en el extranjero anteriormente, en Noruega de Erasmus, en Argentina y había estudiado lejos de casa, en Madrid. Ya estaba acostumbrado a una cierta autonomía y no resultó difícil encontrar de nuevo el camino”.

Reconoce que la integración en la sociedad argentina fue fácil y “una experiencia personal muy positiva”, a donde no le importaría volver en un futuro. Recomienda a los futuros emigrados escoger América Latina “para quien quiera buscar fuera el aire que no nos dejan respirar aquí”. “Son lugares fascinantes, con mucho potencial y muy atractivos para los jóvenes. Son países con espíritu joven y por eso son perfectos para los mas jóvenes”. Por lo contrario, la integración en la sociedad vasca le está resultando más difícil: “En el plano personal no estoy tan contento como lo estaba en Argentina. La distancia geográfica y la facilidad de integración no son necesariamente directamente proporcionales”.

Para Miguel, las dificultades no estuvieron en los inicios: “Con el tiempo fueron apareciendo la morriña, la sensación de no estar cuando hay que estar en casa y el sentir que no estás haciendo nada por mejorar la situación de Galicia”. Para él fue importante contar con amigos en su misma situación en Barcelona como en Madrid.

¿Cómo ven la situación de Galicia?

¿Cómo ven la situación de Galicia?Kiko no cree que la situación mejore pronto: “No le veo mucha salida a la juventud, mientras en la universidad les recortan las ayudas al acabar pocos tienen más salida que el paro”. “A los que no encuentran salida les recomendaría coger la maleta, claro está que no es fácil marcharse pero tu futuro está en juego”. Kiko reconoce que la causa de esta situación es política: “Cuando vean Galicia vacía ya darán ayudas y trabajo para quedarse, mientras no cambie la política y los políticos no cambiará la situación”.

Duarte destaca la tasa de paro juvenil: “Aparentemente es sólo un número, pero detrás hay millares de historias individuales. Parece que lo único a lo que puede aspirar una joven que se queda en Galicia es al paro o a la precariedad laboral”. No cree que la situación mejore a corto plazo: “No veo que haya capacidad política ni soberanía que vaya a traer mejoras”.

Iago es muy pesimista con la situación de Galicia. “No es sólo que el presente sea difícil; es que no se ven perspectivas de mejora, y eso es mucho peor”. Cree que no hay perspectivas de mejora mientras no haya cambios radicales en la manera de hacer las cosas “y no va a haber cambios mientras la gente tenga miedo -porque lo tiene- de que éstos se produzcan”. Destaca el caso de América Latina, “pasaron por lo que estamos pasando nosotros ahora en los años ochenta y noventa y salieron adelante haciendo exactamente lo contrario de lo que están haciendo aquí”.

“Me gustaría decir que veo muchas oportunidades, porque las hay, y que hay gente saliendo hacia adelante con mucho éxito y talento, porque también la hay”, dice Miguel, “lamentablemente me sale más decir que es una lástima que en mi familia después de varias generaciones de emigrantes pensaba que la mía no tendría que coger la maleta y tuvimos que hacerlo. En otras condición, nada comparables a las de mis tíos o bisabuelos, pero lo hicimos”.

¿Piensan en volver?

¿Piensan en volver?Kiko piensa en la morriña de la que no se desprende: “Si por mí fuera ya volvía ahora, no pasa un día sin que lo piense”. A pesar de eso, confiesa que no ve viable ni próximo un retorno a Galicia: “No volvería para estar en la misma situación y sobre todo con unas condiciones laborales tan pésimas como las que el Gobierno intenta imponer, seguirá marchándose gente si esto sigue así”.

Duarte volvería siempre y cuando viese oportunidades laborales para hacer buen periodismo con un salario digno: “Lo que no contemplo es retornar para inscribirme en el paro”. Iago también piensa en el trabajo y en las ganas de volver: “Sí puedo trabajar en el país, volveré sin dudarlo. No hay cosa que desee más en estos momentos”. Miguel recuerda el caso de su hermana: “Ella vive en Inglaterra, su hombre es inglés y acaban de comprar una casa. Supongo que si llego a ese nivel de arraigo no va a ser tan sencillo volver”.

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