La clausura de la Universidad de verano de Maspalomas rindió tributo al silbo gomero y al meritorio esfuerzo por mantener este lenguaje silbado tradicional y su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. De ahí que los últimos sonidos que se escucharon en las aulas fuera un “Hasta el año que viene”, perfectamente reconocible para el público presente en el acto de clausura de la XXIV edición de este campus, que se ha saldado con la consolidación de su internacionalización y con un incremento del 42 % más de alumnos, al lograr 626 matrículas en 2015, frente a las 461 del año pasado.