Visita al olvido
Visita al olvido. Podría ser el título de un libro o de una película pero, en realidad, se trata de la iniciativa puesta en marcha por los vecinos de las calles Prado San Roque, Antonio Cabezón y Francisco Ginés para dar a conocer a sus conciudadanos los diversos problemas que sufren como consecuencia del “abandono sistemático” por parte del PP en el Ayuntamiento de Santander.
Un abandono que están convencidos no es casual sino que detrás existe una clara intencionalidad: degradar la zona hasta tal punto que demoler y construir se haga casi casi imprescindible. Un planteamiento por el que no están dispuestos a pasar estos “humildes” vecinos, totalmente reacios a abandonar las casas y el barrio en el que se han criado.
La cita comienza en Antonio Cabezón y Francisco Ginés. No es casualidad. Refleja la “primera fase” del abandono, explican. La falta de mantenimiento e inversiones es visible a primera vista. Apenas hay puntos de luz y papeleras, el servicio de limpieza y recogida de basuras brilla por su ausencia, al igual que el parques y jardines, la zona de esparcimiento es minúscula, el firme está en mal estado... Todo ello unido a que el barrio es prácticamente inacciones, rodeado por un sin de escaleras que, además, en los días de lluvia forman unas cataratas que desembocan sobre las viviendas. Tampoco el barrio, al que los afectados tildan de ratonera, es accesible para un camión de bomberos, un problema añadido teniendo en cuenta que algunas viviendas son de madera. ¿Qué pasará si sucede una catástrofe como la Tetuán?, se preguntan.
La visita guiada, en la que han participado cerca de medio centenar de vecinos, continúa en Prado San Roque, la “segunda fase” del plan de los 'populares'. Más de lo mismo: abandono palpable y falta de servicios públicos y de inversiones. El equipo de Gobierno, encabezado por Íñigo de la Serna, proyecta sobre esta zona la construcción de un nuevo bloque de viviendas. Un proyecto que conlleva la expropiación de una quincena de vecinos.
Según cuentan, sus viviendas están levantadas sobre un terreno “muy goloso”, cerca del centro y desde el cual se contempla una vista espectacular de la Bahía de Santander. Demasiado bueno para unas casas que datan de varias décadas y que, además, están rodeadas de huertos, unos de los pocos que quedan en el centro de la ciudad. La Sociedad Municipal de Vivienda y Suelo, dependiente del Consistorio, ya tiene sobre su mesa un proyecto para edificar 56 nuevas viviendas. Pese a que éste ya ha sido aprobado por la entidad municipal, el equipo de De la Serna niega que exista.
