Alemania investiga los antecedentes de un afgano sospechoso de violación y muerte de una estudiante

El ministerio alemán de Interior investiga los antecedentes de un refugiado afgano de 17 años, detenido bajo sospecha de haber violado y matado a una estudiante alemana de 19 años y que al parecer había sido condenado ya en 2013 en Grecia por intento de asesinato de otra mujer.

Un portavoz de Interior informó hoy de que se ha solicitado a Grecia información sobre ese caso, ocurrido en la isla de Kofu, y su eventual relación con este refugiado que, según consta, entró en Alemania en noviembre de 2015, procedente de Grecia y luego Austria.

Se dio por hecho entonces que los datos que él mismo facilitó al ingresar en Alemania sobre su edad y procedencia eran ciertos, pese a que no portaba pasaporte, y se verificó que no estaba buscado por la Interpol.

Según el diario “Bild” y del semanario “Stern”, el joven ha sido reconocido ahora por una abogada griega como el refugiado al que ella misma defendió tres años atrás de la acusación de haber tirado por un acantilado de Korfu a una estudiante griega de 20 años.

La víctima resultó herida de gravedad y el agresor fue condenado a diez años de cárcel, aunque salió en libertad tras un año y medio de reclusión.

“Sí, es el joven al que defendí en 2013, sin duda”, afirmó la letrada a esos medios, para añadir que por entonces constaba como iraní y no como afgano.

Al refugiado detenido en Alemania e identificado como Hussein K. se le imputa la muerte de una estudiante de Medicina llamada Maria, que cooperaba en la acogida de refugiados y que fue violada cuando regresaba a su casa en bicicleta tras una fiesta universitaria.

Los hechos ocurrieron en octubre, en la ciudad de Friburgo (sur de Alemania) y el cadáver de la joven fue hallado en un río.

La clave para la detención de Hussein K., que vivía con una familia de acogida, fue el hallazgo en el lugar del crimen de un pelo de 18,5 centímetros, moreno pero teñido rubio, que coincidía con el característico peinado del sospechoso.

Tras la detención del joven, tanto el Gobierno de la canciller Angela Merkel como las autoridades del “Land” de Baden-Württemberg y de la ciudad Friburgo llamaron a la calma y apelaron a no extraer consecuencias precipitadas sobre la acogida de refugiados.