España ve factible conseguir un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

España ve factible conseguir un puesto en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU para el periodo 2018-2020 aunque reconoce que tiene a dos adversarios fuertes, como son Francia y Australia, según han informado fuentes diplomáticas.

Aprovechando su presencia en 2015 y 2016 en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el Gobierno cree tener esperanzas en conseguir una silla ahora en el Consejo de Derechos Humanos, lo que supondría ocupar por segunda vez un sillón en este órgano.

El pasado 28 de febrero España promovió en Ginebra su candidatura al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para lo que cuenta ya con un “número de apoyos sustanciales”.

Así lo dijo entonces el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis. “Somos candidatos porque queremos contribuir al éxito” del Consejo, y “deseamos compartir sus responsabilidades y ser parte activa de sus esfuerzos y de sus logros”, afirmó.

España compite con Francia y Australia para hacerse con uno de los dos puestos que corresponden al grupo “Europa occidental y otros países” cuando Portugal y Holanda dejen sus sillas.

Este grupo tiene siete asientos en el Consejo de Derechos Humanos y está formado por 29 países.

La elección de nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos -integrado por 47 países en aplicación de un mecanismo rotatorio- tendrá lugar en otoño de este año, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores ya trabaja en la preparación de la candidatura.

España, que fue miembro del Consejo en el periodo 2011-2013, es consciente de que será una “carrera difícil”, porque tiene en frente a dos contrincantes “duros”, según dijo Dastis en Ginebra.

Diez son los propósitos que tiene España para el nuevo trienio, empezando por un papel activo en la búsqueda de puntos de encuentro en consultas y negociaciones con un nivel elevado de exigencia en la defensa y promoción de los derechos humanos, una política informativa generosa y transparente y trabajar para lograr la efectiva igualdad de oportunidades y acabar con la discriminación.

Trabajar activamente en favor de los derechos de las personas con discapacidad, la defensa y promoción de los derechos económicos, sociales y culturales (impulsando los derechos al agua potable y al saneamiento), promover la democracia y el Estado de derecho, luchar contra el racismo, la xenofobia y los delitos de odio, y mejorar el funcionamiento efectivo del CDH son otros propósitos.

España quiere por último ser un país de encuentro entre norte y sur, oriente y occidente, plural, abierto y solidario y trabajar por un mundo más justo, más solidario y más respetuoso con los derechos humanos.

“Estamos aquí porque creemos en los derechos humanos como elemento esencial de toda política exterior y como un medio fundamental para garantizar que la paz y seguridad se asientan y son efectivas”, aseguró en febrero el jefe de la diplomacia española.

El Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra (Suiza), fue creado en 2006 en sustitución de la Comisión de Derechos Humanos.

Los países de la ONU aprobaron la propuesta de compromiso presentada por el presidente de la Asamblea General, el sueco Jan Eliasson, después de cinco meses de intensas negociaciones con los Estados miembros, con 170 votos a favor, cuatro en contra (EEUU, Israel, las Islas Marshall y Palau) y tres abstenciones (Irán, Venezuela y Bielorrusia).

El nuevo órgano está compuesto por 47 estados miembros, elegidos por mayoría simple en la Asamblea General, y que podrán ser suspendidos una vez electos si cometen abusos sistemáticos a los derechos humanos.

Las últimas resoluciones adoptadas por este organismo atañen a Israel, Irán, Libia y Siria.