El Gobierno Vasco y los partidos fijan plazos para la reforma fiscal y atajar el fraude

Los partidos vascos de la oposición al Gobierno de Iñigo Urkullu (PNV) han censurado la “inconcreción” de las propuestas presentadas en la reunión mantenida hoy con el lehendakari pero han aceptado trabajar en un plan contra el fraude y una posible reforma tributaria que deberían concretarse en el mes de junio.

Urkullu se ha reunido esta tarde por espacio de tres horas y cuarto en Vitoria con los líderes de los cinco partidos con representación parlamentaria para hablar de una reforma fiscal, un plan de lucha contra el fraude y de readecuar el sector público en la Comunidad Autónoma.

Tras este encuentro, el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, se ha felicitado por el “mínimo entendimiento” logrado sobre el diagnóstico, los temas a abordar para salir de la crisis y el calendario para hacerlo que ha propuesto el lehendakari.

Este calendario contempla que en junio se aborde una reforma fiscal y la lucha contra el fraude, porque, según ha explicado el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, existe una “necesidad acuciante” de hacerlo para que en octubre en el Consejo Vasco de Finanzas se puedan calcular los ingresos que reportarán dichas modificaciones tributarias y el 1 de enero de 2014 los cambios entren en vigor.

En junio el Gobierno Vasco va a poner también encima de la mesa una propuesta sobre políticas públicas y sociales y otro plan de reactivación económica y por empleo, mientras que en julio Urkullu hará llegar a los partidos un plan de redimensionamiento del sector público.

Se ha dejado para otoño la creación de una ponencia para tratar sobre autogobierno y el modelo institucional vasco, según ha dicho Erkoreka.

El portavoz del Ejecutivo vasco ha considerado que el consenso sobre este calendario es “un primer paso innegable” que ha atribuido a la “disposición constructiva” de los grupos de la oposición.

Ortuzar también se ha mostrado “moderadamente optimista” y ha dicho que si hay voluntad política hay tiempo en junio para avanzar en la reforma fiscal, sobre la que ha visto una posición “más abierta” por parte de EH Bildu.

La formación abertzale, principal grupo de la oposición, ha sido la que se ha mostrado más crítica al término de la reunión, ya que su portavoz, Laura Mintegi, ha salido del encuentro con la sensación de que Urkullu encabeza “un Gobierno sin rumbo que no termina de hacer propuestas”.

Mintegi ha recordado al Ejecutivo que está en minoría y por tanto necesita acuerdos para sacar adelante sus políticas, pero le ha advertido de que para ello es necesario que presente sus propias iniciativas, en lugar de seguir otras que se adoptan fuera de Euskadi.

Más moderado ha sido el socialista Patxi López, quien ha censurado la falta de “iniciativa” y de concreción de las propuestas de Urkullu pero ha expresado la voluntad política del PSE de abordar un acuerdo en su globalidad.

Ha asegurado salir “satisfecho” de la reunión porque los asuntos debatidos hoy son los que su partido viene reclamando desde hace años.

La nueva presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, también ha denunciado que Urkullu les haya pedido a los grupos parlamentarios vascos que le hagan llegar sus propuestas sin que él haya presentado “ninguna iniciativa”.

Ha acusado al Ejecutivo vasco de “marear la perdiz” y de “perder un tiempo precioso” para adoptar medidas que favorezcan la salida de la crisis y ha sacado la conclusión de que el Gobierno Vasco “no tiene política económica o no se atreve a aplicarla”.

El único parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha denunciado asimismo la falta de concreción de Urkullu y ha salido de la cita con la idea de que todos comparten que la situación económica es “muy grave” pero, a partir de ahí, “queda todo por hacer” mientras el Gobierno Vasco está “de brazos cruzados”.