El PT le da largas al juicio que puede llevar a la destitución de Rousseff

El Partido de los Trabajadores (PT), de la presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, le dio largas hoy al proceso que puede acabar con su destitución y logró aplazar la votación del calendario para la celebración del juicio político.

La comisión especial del Senado que tiene el proceso en sus manos fue convocada para hoy para decidir los plazos del juicio de Rousseff, que según propuso el senador Antonio Anastasia, instructor del caso, concluiría en agosto próximo, casi en medio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

El grupo del PT pidió más tiempo para analizar ese calendario y, en medio de las quejas de la nueva base oficialista, que apoya al presidente interino, Michel Temer, el jefe de la comisión, Raimundo Lira, acogió la solicitud pues la consideró “reglamentaria”.

Según la senadora Gleisi Hoffmann, quien presentó la solicitud en nombre del PT, la comisión tiene un plazo de 180 días para realizar el juicio político, por lo que acelerar su conclusión para agosto pudiera “herir el derecho a la debida defensa” de Rousseff.

Anastasia alegó que los 180 días no corresponden a un plazo para la fase procesal, sino que marcan el límite de tiempo que Rousseff puede estar suspendida del cargo.

En efecto, la legislación brasileña que rige el trámite para la destitución de un mandatario determina su suspensión por un máximo de 180 días para que responda a un juicio político, pero también que si el proceso no concluye en ese plazo, debe retomar su cargo aún si para entonces no hubiera una sentencia definitiva.

El senador Álvaro Dias, del Partido Verde (PV), alzó la voz por el nuevo oficialismo, aseguró que “la sociedad brasileña quiere superar este asunto lo más rápido posible” e instó a que la comisión se pronunciara hoy mismo sobre el calendario, lo que se denegó por el carácter “reglamentario” de la solicitud del PT.

Si bien el partido de Rousseff logró postergar esa votación, la relación de fuerzas en la comisión, integrada por 21 senadores de los cuales sólo cinco acompañan al PT, indica que el calendario que propuso Anastasia deberá ser aprobado la semana próxima.

Los plazos presentados por Anastasia plantean que la primera presentación de la defensa de Rousseff, que ese caso podrá ser hasta por escrito, deberá hacerse antes del día 1 de junio.

Esa fecha se mantendrá, pues responde a un plazo establecido en las leyes, que plantean para ese primer acto del proceso un máximo de 20 días desde el momento en que un gobernante es separado de sus funciones, lo que en el caso de Rousseff fue el pasado 12 de mayo, cuando fue suspendida y reemplazada interinamente por Temer.

Posteriormente, serán citados testigos tanto de la defensa como de la acusación y, de acuerdo a ese calendario, Rousseff tendría la oportunidad de presentar su defensa personalmente ante la comisión el día 20 de junio.

Sobre la base de esos testimonios, en su papel de instructor, Anastasia elaborará un informe que sería sometido el día 25 de julio a la comisión, que tras dos días de debates lo remitiría al pleno del Senado, que lo votaría entre los días 1 y 2 de agosto.

Si el informe se inclina por la destitución de Rousseff y recibe el visto bueno de una mayoría simple de los 81 senadores, tomaría la palabra el Tribunal Supremo de Justicia, que debería decidir una fecha para convocar al pleno de la Cámara Alta a una única sesión en la que se resolvería la suerte de la gobernante.

No obstante, si en esa última deliberación el pleno del Senado no respalda la destitución de Rousseff por una mayoría calificada de 54 votos, volvería al cargo una vez que se publique la sentencia, con lo cual Temer regresaría a la vicepresidencia.

El calendario propuesto por Anastasia, que el propio instructor aclaró que puede alterarse durante el proceso, abre la posibilidad de que la suerte de Rousseff quede para la primera quincena de agosto, cuando Brasil estará en plenos Juegos Olímpicos, que comenzarán el día 5 de ese mes en Río de Janeiro.