Panamá logra avances contra racismo, pero no penaliza delitos, afirma la ONU

En Panamá se ha avanzado en el combate a la discriminación racial, pero no existen reglamentaciones que la prohíban ni que la tipifiquen como delito punible, reportó un grupo de expertos independientes sobre los afrodescendientes en un informe que fue presentado hoy en el país por la ONU.

El informe, presentado por la oficina regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y la Cancillería panameña, es el resultado de una visita que realizara el grupo de trabajo a Panamá entre el 14 y 18 de enero pasado, detalló la entidad regional en un comunicado.

En el mismo se reconocen los logros alcanzados por el país centroamericano en materia de racismo y discriminación racial, como son la Ley 16 que estableció la Comisión Nacional contra la Discriminación, la Ley 11 que prohíbe la discriminación laboral y la creación de la Secretaría del Consejo de la Etnia Negra.

De igual forma, destacan el trabajo que se ha hecho contra la pobreza, educación, empleo, salud, participación política, discriminación múltiple y la administración de justicia, según la fuente.

No obstante, los expertos expresaron su preocupación por la falta de una disposición general que prohíba la discriminación basada en raza y la falta de tipificación de los actos de discriminación como delitos punibles.

Las prácticas racistas, a consideración del Grupo del Trabajo, están profundamente arraigadas en la historia de Panamá, por lo que exhortó al Gobierno de este país a la elaboración de programas educativos y culturales que aporten un análisis crítico de la historia para que las nuevas generaciones aprendan en un clima de mayor entendimiento y respeto entre todos los panameños.

Asimismo, recomendaron al gobierno de Panamá promulgar una legislación integral contra la discriminación que establezca sanciones civiles y penales adecuadas, para los actos de discriminación cometidos por agentes tanto públicos como privados.

Los expertos también consideraron que a fin de eliminar la discriminación racial y el racismo, es importante “dejar de negarlo y aceptar su existencia”, así como garantizar a los afrodescendientes el disfrute de todas las garantías de un proceso justo y de igualdad ante la ley, como se reconoce en los instrumentos internacionales de derechos humanos.

Finalmente, el Grupo de Trabajo sugirió revisar las políticas y prácticas en relación con la seguridad ciudadana para identificar y erradicar el establecimiento de perfiles raciales como mecanismo de detención e investigación de personas.

Por su parte, el gobierno de Panamá a través de la Cancillería comentó que “la política educativa nacional favorece la diversidad cultural y que la intolerancia en las escuelas panameñas en cuanto a las expresiones culturales de origen africano es inaceptable”.

También observaron que, en materia laboral, la contratación en el sistema educativo no condiciona el ingreso a criterios étnicos, y en lo referente al aspecto de salud, el Gobierno ha hecho esfuerzos para disminuir o evitar la discriminación, principalmente a los que están afectados con el VIH-Sida.