Presentan al Parlamento turco una reforma para fortalecer el poder de Erdogan

El partido gubernamental de Turquía, Justicia y Desarrollo (AKP), ha remitido hoy al Parlamento una propuesta de reforma constitucional para instaurar un sistema presidencialista, ambición largamente anunciada por el presidente, Recep Tayyip Erdogan.

El paquete, de 21 artículos, fue presentado por el secretario general del AKP, Abdulhamit Gül, con el respaldo del opositor Partido de Acción Nacionalista (MHP), y un total de 316 votos, para ser debatido en los próximos días.

Aunque un consenso amplio en el hemiciclo resulta inverosímil, se prevé que la propuesta pueda conseguir los 330 votos necesarios para convocar un referéndum constitucional, que según estimaciones del Gobierno turco podría tener lugar en primavera.

“Desde que el presidente es elegido directamente por el voto popular (en 2014), se ha producido una situación de facto (de poder presidencial independiente del Parlamento). Ahora no hay crisis porque presidente y Parlamento están en armonía, pero si difirieran habría crisis. La reforma intenta evitar esto”, dijo Gül.

El sistema presidencialista ambicionado por Erdogan entrega todo el poder ejecutivo al presidente, en contraste con el modelo parlamentario actual en el que el jefe de Estado sólo tiene atribuciones ceremoniales, y le permite formar parte de un partido, mientras que ahora debe permanecer neutral.

La reforma prevé la existencia de dos vicepresidentes, pero se abolirá la figura del primer ministro, ahora jefe del Gobierno.

Aunque la propuesta ha sido remitida al Parlamento sólo con los votos del AKP, el texto fue consensuado con el opositor MHP (40 diputados), que respaldará la convocatoria de un referéndum, mientras que el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP) se oponen a la reforma.

La reforma no será sometida al voto parlamentario sino que se abrirá una fase previa de consultas y debates con los otros partidos, opuestos de forma clara a dar más poder a Erdogan.

Gül se mostró confiado en que la propuesta alcanzará los 330 votos necesarios para convocar un referéndum, si bien no es seguro que el MHP esté unido en su respaldo a la ambición de Erdogan y no se espera una adopción directa por vía parlamentaria, para lo que harían falta 367 votos, dos tercios del hemiciclo.

El viceprimer ministro, Nurettin Çanikli, señaló ayer a la prensa que “el referéndum podría celebrarse en marzo o abril, o bien retrasarse hasta mayo”, y descartó elecciones anticipadas.

Si se aprueba en referéndum, las reformas entrarían en pleno vigor a partir de 2019, año en el que tendrán lugar, primero, las próximas elecciones locales (en marzo) y luego las parlamentarias y presidenciales a la vez (en noviembre), si bien Erdogan ya disfrutaría antes de algunos poderes adicionales.

Otro artículo cambia la composición del Alto Consejo del Poder Judicial (HSYK), en el que el presidente podrá nombrar la mitad de los miembros y el Parlamento, el resto.

A la vez, el número de escaños parlamentarios subirá de 550 a 600 y la edad para ser elegido se rebajará de 25 a 18 años.

El líder de la oposición, Kemal Kilidaroglu, jefe del CHP, ha asegurado que la reforma propuesta llevaría a Turquía hacia una dictadura que asemejó a la de Corea del Norte.