Dos Santos vota por última vez como presidente de Angola

El presidente de Angola, José Eduardo Dos Santos, ejerció hoy su derecho a voto en las elecciones que se saldarán con su salida del poder después de 38 años en el cargo.

El mandatario saliente, de 74 años, acudió a las urnas en el distrito de Ingombota, en la capital angoleña, Luanda, siendo la primera vez que no vota en la zona de Cidade Alta, donde se encuentra el palacio presidencial.

Su sucesor al frente del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) y favorito en los comicios, el actual ministro de Defensa João Lourenço, también depositó su sufragio y pidió a los angoleños que ejerzan su derecho al voto.

En el acto de cierre de campaña del MPLA, Dos Santos apareció junto a Lourenço, del que afirmó en una breve intervención que “será elegido próximo presidente de Angola” y al que quiso “reiterar” su “apoyo personal”, aunque no se quedó a escuchar el discurso de su posible sucesor al frente del país.

Lourenço, de 63 años, se enfrenta entre otros a su principal rival, Isaías Henrique Ngola Samakuva, cabeza del partido opositor Unión Nacional para la Total Independencia de Angola (UNITA).

Los comicios son vigilados por 240 observadores nacionales y 1200 internacionales que “confirmarán la credibilidad, la transparencia, la libertad y la justicia del acto electoral este miércoles”, aseguró el presidente de la Comisión Nacional Electoral, André da Silva Neto.

Las de hoy son las cuartas elecciones de la historia de Angola desde su independencia en 1975 (antes fueron en 1992, 2008 y 2012).

En 2012, el MPLA consiguió 175 de los 220 escaños, y Dos Santos fue reelegido presidente.

Los cerca de 9,7 millones de angoleños -entre los que no se encuentran los residentes en el extranjero, a los que no se les ha permitido votar- registrados en las elecciones elegirán hoy al presidente, vicepresidente y a los 220 diputados del Parlamento.

El próximo presidente se enfrenta al reto de rescatar al país de una profunda crisis económica y deberá además ser capaz de gestionar a una Angola notablemente lastrada por cerca de tres décadas de guerra civil y atrapada en una economía basada, casi exclusivamente, en el petróleo.

Otras de las tareas a las que el ganador de las elecciones deberá enfrentarse son la diversificación de las fuentes de ingresos públicos, la reducción de la dependencia de las importaciones, el aumento de la producción doméstica, la promoción del empleo juvenil y la lucha contra la corrupción, otro de sus mayores problemas.