El fiscal pide que el expresidente salvadoreño Francisco Flores no sea juzgado por lavado de dinero

La Fiscalía salvadoreña pidió hoy que el expresidente Francisco Flores (1999-2004) no sea juzgado por lavado de dinero, como pidió el jueves la parte querellante, por apropiación y desvío de unos 15 millones de dólares donados por Taiwán.

“No basta con citar que hay delito de lavado de dinero, sino que hay que fundamentarlo”, dijo el fiscal Luis Zamora en el segundo día de audiencia preliminar en su contra en la que un juez determinará si es enviado a juicio para responder por delitos de corrupción.

Zamora indicó que el planteamiento de la parte querellante, integrada por diferentes organizaciones sociales, “no es pertinente” y pidió que “se declare que no ha lugar esa petición”.

También solicitó al juez Miguel Ángel García Argüello, encargado de la causa, descartar la petición de iniciar pesquisas contra la “representación fiscal” por omitir la investigación por el posible blanqueo de esos fondos.

“La figura del querellante es colaborar con la Fiscalía en la persecución del delito” y no señalar “que no se investigaron cosas”, según Zamora.

Francisco Flores es acusado por la Fiscalía de peculado (malversación de fondos públicos) y enriquecimiento ilícito en el manejo de 15 millones de dólares (13,5 millones de euros), recibidos como una ayuda de Taiwán a su Gobierno para obras de reconstrucción después de dos terremotos que asolaron el país en 2001.

Según la oficina fiscal, 5 millones “nunca ingresaron a los fondos públicos (...), ya que pasaron a formar parte del patrimonio del imputado”.

Los otros 10 millones fueron enviados a un banco en Costa Rica y luego a El Salvador a una cuenta del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) que llevó al poder a Flores.

También pesa en su contra la acusación de desobediencia a terceros, al negarse a comparecer ante una comisión especial de la Asamblea Legislativa que investigó el destino de las donaciones taiwanesas.

Tras permanecer prófugo unos cuatro meses, el expresidente se entregó a la justicia el 5 de septiembre de 2014 y un juez decretó arresto domiciliario, pero esa decisión fue revocada por un tribunal superior y Flores pasó a una celda de la policía.

Volvió a arresto domiciliario después de que en octubre de 2014 estuviera hospitalizado durante 19 días por una trombosis en una pierna.

Flores es el primer presidente de la historia reciente de El Salvador en ser procesado.