Una película explicará en Colombia cómo la cultura puede frenar la violencia

La película colombiana “Mateo” (2014), que narra la historia real de un muchacho de 16 años que gracias al teatro no cae en redes criminales, será utilizada para mostrar en una gira por el país cómo la cultura puede esquivar a la violencia.

Esta iniciativa, patrocinada por la ONU y el Alto Comisionado para la Paz, dependiente del Gobierno, llevará la cinta a 100 municipios gravemente afectados por el conflicto armado, donde se exhibirá gratuitamente.

“Los jóvenes que sienten que pertenecen a una colectividad, que forman parte de algo, que aportan, que son personas valiosas, cambian y tienen la oportunidad de imaginarse a sí mismos de forma diferente y ver un futuro”, explicó a Efe María Gamboa, directora de la película, durante el estreno en Bogotá.

Acompañada por el director en Colombia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Arnaud Peral, y los actores de la cinta, Gamboa declaró que el arte es “un espacio para sanar y de catarsis”.

En la historia de Mateo, que gira en torno a una violencia nunca mostrada explícitamente, participa de forma breve Jaime Peña, una de las doce víctimas que participaron el pasado 16 de agosto en la mesa de negociación de paz entre el Gobierno y las FARC en La Habana.

“Es el momento de que se diga a los jóvenes que no solamente están metidos en círculos de violencia. Desafortunadamente siempre hemos mirado muy poco hacia la cultura, se nos enseña a leer y escribir y se nos suelta, pero es el momento de dar un giro en ese tipo de formación”, aseguró Peña.

La gira de esta película forma parte de la campaña de la ONU “Respira paz”, que se presentó el mes pasado y que busca enseñar a los colombianos a adoptar una postura más relajada ante los conflictos cotidianos.

Pese a que los proyectos culturales involucrados con la búsqueda de la paz llevan años desarrollándose en Colombia, los casi dos años de conversaciones de paz entre Gobierno y guerrilla en Cuba han impulsado tanto los proyectos como la inversión.

Uno de los últimos ejemplos fue el programa de infraestructuras culturales, que fomenta la creación de bibliotecas y centros de expresión artística en 72 municipios considerados como “prioritarios” por su violento pasado.