Más de 20.000 personas son “víctimas ocultas” de la trata en Guatemala

Los casos de trata de personas en Guatemala aumentaron un 23 por ciento en 2015, con un total de 673 registrados, aunque hay al menos 20.190 “víctimas ocultas”, según el informe de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) presentado hoy.

Los estudios de la ONU señalan que por cada persona rescatada en el mundo otras 30 siguen “ocultas” en la maraña de la trata, lo que eleva hasta 20.190 las víctimas de esta problemática en Guatemala.

Las cifras detectadas suponen que cuatro de cada 100.000 personas sufren trata de personas en ese país centroamericano.

El incremento de casos registrados “no necesariamente significa un aumento en las actividades delictivas de trata de personas, pero sí representa un avance en la detección y rescate de posibles víctimas de este fenómeno”, señala el informe.

La mayoría de las víctimas, un 57 por ciento, son menores de edad, y, aunque tan solo representan el 15 por ciento del total de posibles víctimas de trata, las niñas entre 1 y 12 años están más expuestas a violaciones graves de sus derechos humanos.

La explotación sexual y laboral, la servidumbre doméstica o los matrimonios forzados son a menudo el destino de estas personas, principalmente mujeres y niños, que parten de Centroamérica de forma irregular en busca de un futuro mejor.

Durante el año pasado, 158.789 guatemaltecos fueron deportados desde México, un 39 por ciento más que el año anterior.

“La situación que enfrentan las personas migrantes, especialmente aquellas que viajen en situación irregular, las hace vulnerables a la trata de personas”, señala el informe de la PDH, institución ante la que se presentaron 65 denuncias por trata de personas el pasado año.

La vulnerabilidad de las fronteras, repletas de “puntos ciegos” donde miles de personas cruzan de un país a otro sin control migratorio, no hacen más que agravar el problema.

Solo entre Guatemala y México existe 704 “puntos ciegos” utilizados para el tráfico de migrantes.

“La porosidad de las fronteras guatemaltecas es aprovechada por la delincuencia organizada para el traslado y tránsito de víctimas de trata, ya sea dentro de nuestro país o a otros. Está claro que la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes son dos problemáticas distintas, pero en la realidad mantienen una relación directa”, remarca el informe.

A su vuelta al país, muchos de estos migrantes sufren además las carencias de los sistema de atención, al tiempo que las mafias que operan este negocio quedan casi siempre impunes: en 2015 solo un caso de trata de personas fue procesado en un tribunal especializado en el tema.

Aunque la cifra de sentencias condenatorias aumentó en 2015 un 94 por ciento, con 37 resoluciones, estas sólo suponen un 9 por ciento de todas las denuncias recibidas.