Grecia condena por contrabando capitán barco que bombeó petrolero naufragado

El capitán del barco Lassea, que colaboró en las tareas de vaciado de la carga del petrolero Ayía Zoni II, naufragado en aguas del golfo Sarónico el pasado 10 de septiembre y que provocó un desastre ecológico, fue condenado por la justicia griega a dos años de cárcel en suspenso por contrabando de petróleo.

El tribunal absolvió el primer ingeniero del buque, que había sido detenido junto al capitán acusado del mismo delito, en una sentencia que fue publicada en la madrugada del jueves al viernes.

Tras la retirada del Lassea de las tareas de bombeo del Ayía Zoni II -por haber vencido su licencia de navegación- los guardacostas hallaron en su interior 58 metros cúbicos de productos petroleros para los que los responsables no tenían documentos justificativos.

Además estos productos estaban en las cisternas de lastre, unos compartimentos en los que normalmente debe haber solamente agua, y los dos acusados habían declarado que esta cantidad era parte del petróleo de Ayía Zoni II que, por problemas técnicos, había entrado en las mismas.

Las autoridades calculan que el valor de los impuestos no pagados por esta cantidad de petróleo asciende a 15.500 euros.

El contrabando de productos derivados del petróleo es una de las lacras que sufre la Hacienda griega, pues se calcula que el Estado pierde anualmente más de 1.000 millones de euros en impuestos a la gasolina y el fuel.

Las extrañas circunstancias del naufragio de Ayía Zoni II, que estaba anclado en las inmediaciones del puerto de la isla de Salamina, donde había unas condiciones meteorológicas perfectas, están siendo investigadas, aunque según los testimonios de los dos marineros que estaban a bordo, todo comenzó cuando se inundó la sala de máquinas del barco.

La empresa propietaria de Ayía Zoni II ha estado también involucrada en el pasado en casos de contrabando de productos derivados del petróleo.

El naufragio del pequeño petrolero provocó un vertido de combustible que se calcula fue de entre 200 y 300 toneladas, y que afectó gravemente a las costas occidentales de la isla de Salamina y a las de la región capitalina, incluida a la denominada “riviera ateniense”.

Las operaciones de limpieza de las costas, en las que están implicados los guardacostas y varias empresas privadas contratadas por los ayuntamientos afectados, marchan a buen ritmo, según las autoridades locales.

Según anunciaron estas mismas autoridades, hoy concluirá el bombeo del petróleo de Ayía Zoni II, una operación que fue atrasado por la retirada forzosa del Lassea.