El arte de las fallas infantiles expande sus sueños y fantasías por Valencia

El arte efímero y sensible de los monumentos falleros infantiles ha esquivado la lluvia que amenazaba estos días Valencia y ha conseguido desplegar, como siempre un día antes que sus “hermanos mayores”, sus sueños y fantasías por cada rincón de una ciudad ya inmersa sus cinco días grandes de Fallas.

Ha sido una noche de insomnio en la que artistas y falleros han trabajado sin respiro para culminar un amanecer engalanado de las notas artísticas de las más de 380 fallas infantiles que se reparten por sus calles y el área metropolitana y en las que este año las comisiones han gastado casi 1,65 millones de euros -1,57 en 2016-.

El buen tiempo se ha asentado en el primer día grande de las Fallas de 2017, las del estreno como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y el mundo fallero está ya dispuesto y animado para vivir cinco días de algarabía.

La plaza del Ayuntamiento volverá a ser el epicentro fallero más mediático y atraerá las miradas de turistas y visitantes para admirar la creación municipal infantil de los artistas Anna Ruiz y Giovanni Nardin que toman el relevo de José Luis Ceballos y Francisco Sanabria, creadores de las nueve fallas anteriores.

Con un presupuesto de 25.000 euros y bajo el lema “Descubrir y redescubrir”, el proyecto fue elegido en un concurso por un jurado de artistas falleros y plásticos, diseñadores y miembros del colectivo fallero que destacaron el uso de materiales sostenibles y su novedad por la interactividad que va a generar con la ciudadanía.

El monumento, fuera de concurso y con tres metros de altura y tres de diámetro, apuesta por el fomento de la lectura y la fantasía en forma de biblioteca de estructura de madera donde encontrar personajes fantásticos de cuentos y novelas que llaman a aparcar la lógica y disfrutar de la imaginación.

Pero el interés turístico por el arte efímero de los monumentos infantiles, salpicados de sutileza y ternura, no se limita a la falla municipal sino que se extiende a aquellas que luchan por ser la mejor de 2017 y que conforman la sección especial, con unos presupuestos que oscilan entre los 20.000 y los 32.000 euros.

Este año, los monumentos dirigen su sentido artístico a descubrir el abecedario de los artistas falleros (“Abecedario artesano”, falla Convento Jerusalén), la esencia de la huerta (“Hortalendari”, Exposición-Micer Mascó) o las diferentes guías con las que orientarse (“Fent camí”, Maestro Gozalbo-Conde Altea).

El mundo de la fotografía (“A la de tres, sonríe”, Zapadores-Vicente Lleó), la esencia de los sentidos (“Con mucho sentido”, Císcar-Burriana) o el agua en sus diferentes formas (“Agua”, Duque de Gaeta-Puebla de Farnals) son otras de las excusas para dar forma al arte fallero.

La completa el monumento de Avenida Malvarrosa-A.Ponz Cavite, dedicada a “Gigantes y enanos”; Sueca-Literato Azorín que, con “Eso no se dice, eso no se hace”, relata lo que dicen los padres a los hijos; Barrio Beteró, con “Ecuador” como punto de partida para disfrutar el mundo; y Gayano Lluch-Doctor Marco Merenciano con la historia de la transformación “Al anochecer”.

Con la decisión de ayer de salvar del fuego el ninot infantil de Duque de Gaeta se dio arranque a las fiestas josefinas que hoy conocerán también qué figura grande será indultada de la cita con el fuego por votación popular.

Las Fallas empiezan así a quemar etapas festivas que se llenan de despertaes, pasacalles y recogidas de premios, mascletaes y castillos de artificiales, comidas y cenas en los casales y decenas de actos oficiales.