Los talibanes obligan a cerrar todos los centros médicos de una provincia afgana

Los talibanes obligaron a las autoridades afganas a cerrar bajo amenaza todos los centros médicos de la provincia de Uruzgan, en el centro-sur de Afganistán, descontentos con la falta de asistencia sanitaria y medicinas en áreas bajo su control.

En la última semana han ido cerrando todos los hospitales, el último de ellos ayer en la capital provincial, Trinkot.

“Nuestros empleados reciben amenazas para que cierren los centros de salud”, justificó hoy en declaraciones a Efe Wahidullah Majroh, portavoz del Ministerio afgano de Salud Pública, para explicar el fin de los servicios de 40 establecimientos médicos en Uruzgan.

Con una población estimada de 333.500 personas, Uruzgan tiene menos áreas bajo control del Gobierno central que de los talibanes.

En un comunicado, los insurgentes dijeron que forzaron el cierre porque no había suficientes médicos ni medicinas, por lo que no tendrán “ningún problema” en reabrirlos si todos los centros, tanto en zonas bajo control gubernamental como insurgente, reciben la asistencia necesaria.

El jefe del Consejo Provincial de Uruzgan, Amir Muhammad Barakzai, que forma parte del grupo que está negociando con los talibanes, reveló a Efe que los insurgentes también reclaman cirujanos experimentados para tratar a sus combatientes.

Mientras tanto, agregó, la administración local ha recibido decenas de llamadas de gente desesperada reclamando que los hospitales y ambulatorios vuelvan a funcionar.

“La gente padece graves problemas por tener que viajar por peligrosas carreteras hasta Trinkot para ver luego que el principal hospital (de la provincia) está cerrado”, se quejó Barakzai.

Según el informe del Inspector Especial para Afganistán de Estados Unidos, la guerra en Afganistán que comenzó en 2001 está “estancada” y los talibanes controlan, tienen influencia o se disputan con el Ejecutivo de Kabul el 40 % del territorio.