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Díaz Domínguez alza el bastón de mando ante una oposición peleona

El nuevo alcalde mostró su bastón de mando ante un aforo abarrotado de seguidores de todas las formaciones.

Belén Molina

La Laguna —

“Gobernaré para todos” y “hemos comprendido la necesidad de abrir la democracia una mayor participación ciudadana” son dos de las frases que pronunció este viernes el nacionalista José Alberto Díaz Domínguez, nuevo alcalde de San Cristóbal de La Laguna, tras hacerse con el bastón de mando gracias a los siete votos de Coalición Canaria y los cinco del PSOE.

El último fleco que quedaba para cerrar el pacto de Gobierno regional entre Coalición Canaria y el PSOE se selló formalmente este viernes, en un acto de apenas hora y media y en el que no hubo ninguna sorpresa, después de que en las últimas 48 horas todos y cada uno de los 27 concejales electos dieran a conocer a diestra y siniestra su intención de voto, que no era otro que votarse a sí mismos, salvo XTF-NC de Santiago Pérez, que voto en blanco y, el PSOE que, a regañadientes, apoyó a CC.

El candidato de CC obtuvo así un Gobierno en minoría, del que tanto Santiago Pérez (XTF-NC) como Rubén Ascanio, líder de Unid@s Se Puede, destacaron su potencial debilidad. Solo hubo tres votos en blanco, los de los tres concejales de Por Tenerife-Nueva Canarias.

José Antonio Díaz Domínguez recibió el bastón de mando, que alzó en alto, en un salón de Plenos abarrotado de fieles de las diversas formaciones (aunque los más sonoros eran los de Coalición Canaria), y autoridades diversas, desde senadores hasta el rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón, y, por supuesto, el alcalde saliente y próximo presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo.

El regidor lagunero basó su discurso en tres pilares: las políticas sociales, las políticas económicas y en lograr de una vez la aprobación del Plan General de Ordenación. Habló de “rediseñar las políticas que atienden necesidades vitales de nuestros vecinos” y en conseguir “una cohesión social a medio y largo plazo”.

Asimismo habló de llevar a cabo “políticas económicas transversales”, “crear una red de pisos tutelados y diseñar el Plan de Desigualdad, pero se extendió más en cuanto al PGO, una de las asignaturas que le quedaron pendiente a Clavijo.

“Sobre el PGO podemos discutir todo lo que sea, salvo que es el más debatido de Canarias. Pero no puede ser un documento ilimitadamente abierto al debate”. Apostilló que es una herramienta básica para el desarrollo de la economía y la generación de empleo“ y auguró que ”La Laguna va a ser la avanzadilla del progreso en Canarias“. Después añadió que ”gobernaré para todos“, y que ”hemos comprendido la necesidad de abrir la democracia una mayor participación ciudadana“.

Un gobierno minoritario y una oposición contundente

“Este Gobierno minoritario no aportará estabilidad, aportará continuismo y, previsiblemente, tampoco aportará cambios. Los laguneros y laguneras votaron cambio”, afirmó en su turno de palabra el portavoz de XTF-NC, Santiago Pérez, quien señaló que la suya siempre fue una apuesta “por un Gobierno de progreso”.

El veterano concejal señaló que las prioridades sociales y lograr un Plan General de Ordenación “respetuoso con el suelo agrícola” serán los principales ejes de su trabajo en la oposición.

El líder del PP, Antonio Alarcó, recalcó en su intervención su oferta de consenso y de lealtad al alcalde, pero el grueso de su discurso se centró en alabar la honradez de la mayoría de los políticos y en subrayar el actual mensaje de los populares, tanto a escala nacional como autonómica, de que contra la corrupción, “tolerancia cero”.

Mucho más combativo, y dejando patente que se ha visto obligado a votar a Díaz Domínguez, como si no lo hubiera repetido suficiente las últimas 24 horas, se expresó Javier Abreu, que no esbozó ni una sonrisa en todo el acto, sino que de esforzó en que se notará su tensión.

“Se abre una nueva etapa en el municipio y en la isla con más dificultades de las que tuvimos en el pasado”, afirmó. “Vamos a trabajar pensando en los ciudadanos y vamos a cumplir, o intentar cumplir, nuestras promesas electorales”, añadió, para luego espetarle al nuevo alcalde que el mandato que acaba de arrancar en San Cristóbal de La Laguna podría acabar bien o mal. “Sólo depende de las actitudes, de que su partido haya entendido que la política no se hace con ataques a los adversarios en los medios de comunicación”.

Abreu pidió que se lleve a cabo una administración “sin sectarismos ni revanchismos”, pero su párrafo más brillante fue que “el PSOE se ha comprometido en un pacto porque nos lo ha mandado nuestro partido, pero no es un cheque en blanco. ”Queremos el compromiso de una política nueva“.

Rubén Ascanio (Unid@s Se Puede), que como Teresa Barástegui (Ciudadanos), se estrena en un cargo electo, también fue tajante frente a Díaz Domínguez, al que le recordó que la mayoría sumada de los vecinos del municipio de Aguere habían votado un cambio, y que este nuevo Gobierno local “no nos gusta, porque no nos gustan las imposiciones”. También dijo que “sabemos con quién no queremos gobernar, pero sabemos hacer propuestas para el bien de todos”.

Ascanio, que como todos los integrantes de la formación de izquierda ciudadana, prometió su cargo sin renunciar a sus principios republicanos, pese a tener que hacer cumplir la Constitución, añadió que “nos obligan a una acción de oposición, pero será intensa”.

Teresa Barástegui, la más joven entre los ediles, fue la más breve. Pidió que en los próximos cuatro años de mandato “se mantenga la calma y la paz que ha imperado en la campaña electoral” y aseguró que “blindaremos esta institución contra la corrupción”.

 

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