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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

Kafka a 40 grados

Bruno Padilla

Sevilla —

“Todos llevamos un burócrata dentro”. Así lo afirman los responsables de ‘La eskalera india’, un largometraje con producción sevillana que verá la luz estos días, transcurridos cinco años desde la puesta en marcha del proyecto. Se trata de una libre adaptación de la novela ‘El castillo’, de Franz Kafka, que narra los esfuerzos de un ciudadano normal por acceder a un castillo donde se le ha contratado como agrimensor. K., el protagonista de la obra, es un hombre enfrentado a un sistema alienante.

“Cuando empezamos a escribirla, estaba incipiente el tema de la crisis económica”, explica Javier Berger, coguionista e impulsor del proyecto. “Por entonces me llamó la atención una noticia que leí sobre una encuesta a universitarios, donde más de la mitad esperaban trabajar como funcionarios en el futuro. Me pareció un dato estremecedor y curioso, y creo que ese era el tono en el que pensábamos al adaptar esta historia”. El protagonista, lejos de parecerse a un héroe al uso, “es un hombre que quiere ser uno más, lo que hace que el fondo sea bastante irónico”.

El humor ha sido una de las aportaciones esenciales que Berger y Jesús Carlos Salmerón, el otro coescritor y también director del film, han realizado a la obra inacabada del autor nacido en Praga. Aunque, según ellos, ese elemento ya está presente en ‘El castillo’: “Kafka es un gran desconocido, porque se habla de lo kafkiano habiendo leído, como mucho, ‘La metamorfosis’. Por eso tiene fama de ser un señor muy serio y muy raro, pero yo creo que tiene un gran sentido del humor”, opina Salmerón. De ahí que definan ‘La eskalera india’ como una comedia, “dentro de lo que cabe”, aunque la verdadera novedad respecto a la historia original reside en haberla pasado por el tamiz de la cultura española. “Tiene componentes de humor negro, del esperpento y de nuestra farsa”, señala el realizador sevillano.

Precisamente otra de las innovaciones ha sido “trasladar un texto referente de la cultura centroeuropea, que se desarrolla en un pueblo nevado y frío, a los 40 grados de Sevilla”. Así recuerda Javier Berger el rodaje de la película, cuya localización principal era la Universidad Pablo de Olavide, “por lo que sólo se podía hacer en el mes de agosto, cuando menos alumnos había”. ‘La eskalera india’ se escribió y rodó casi de forma completa a lo largo de un mes y varios fines de semana de 2008: “El rodaje resultó sencillo”, admite Jesús Carlos Salmerón, “sobre todo teniendo en cuenta que es una película muy coral, con 14 actores, y con un equipo de producción que ha llegado a reunir a más de 40 personas”. Con todo, en 2009 la película estaba montada y casi lista para su estreno. Casi.

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“Todos llevamos un burócrata dentro”. Así lo afirman los responsables de ‘La eskalera india’, un largometraje con producción sevillana que verá la luz estos días, transcurridos cinco años desde la puesta en marcha del proyecto. Se trata de una libre adaptación de la novela ‘El castillo’, de Franz Kafka, que narra los esfuerzos de un ciudadano normal por acceder a un castillo donde se le ha contratado como agrimensor. K., el protagonista de la obra, es un hombre enfrentado a un sistema alienante.

“Cuando empezamos a escribirla, estaba incipiente el tema de la crisis económica”, explica Javier Berger, coguionista e impulsor del proyecto. “Por entonces me llamó la atención una noticia que leí sobre una encuesta a universitarios, donde más de la mitad esperaban trabajar como funcionarios en el futuro. Me pareció un dato estremecedor y curioso, y creo que ese era el tono en el que pensábamos al adaptar esta historia”. El protagonista, lejos de parecerse a un héroe al uso, “es un hombre que quiere ser uno más, lo que hace que el fondo sea bastante irónico”.