Jóvenes talentos escriben el futuro de la animación andaluza

En el París de 1892, Charles- Émile Reynaud proyectaba la primera animación del mundo tres años antes de que llegara el cine. La película se titulaba ‘Pauvre Pierrot’ y el calendario marcaba el 28 de octubre, una fecha que, desde 2003, sirve para conmemorar el Día Mundial de la Animación. 125 años han pasado desde aquella rústica proyección de imágenes en movimiento hasta lo que hoy conocemos como cine de animación, una de las industrias que genera mayor demanda de profesionales.

En Andalucía, la animación digital vive un momento en auge gracias al talento de jóvenes creadores y pequeños estudios que firman producciones para las grandes empresas mundiales y llegan incluso hasta Hollywood. Es el caso, por ejemplo, del granadino Óscar Jiménez. Durante años trabajó como director de arte en Kandor Graphics, una de las empresas abanderadas de la animación andaluza. Su trabajo se puede ver en ‘El lince perdido’, ganadora del Goya en 2008, ‘Justin y la espada del valor’ y en el cortometraje ‘La dama y la muerte’, nominado a los Óscar.

Cuando era pequeño, al almeriense Fran Rubí le encantaba dibujar. Lo que jamás pensó es que esos esbozos eran el inicio de una carrera que lo llevaría a trabajar en la película de animación española más taquillera: Tadeo Jones 2. Su trabajo de máster le abrió las puertas de esta gran producción nacional de la que se ha encargado de sus efectos especiales como la nieve, los rayos o el humo. Ahora cuenta con su propia empresa con la que trabaja para importantes firmas nacionales y con la que sigue colaborando con el mundo cinematográfico

Bernardo González y Alejandro Jiménez son los fundadores de Blow Studio, una compañía sevillana de animación y efectos digitales. Tras pasar en sus inicios por momentos difíciles en un sector tan competitivo, su talento y creatividad están ya presentes en anuncios de grandes marcas internacionales. Son autores del premiado corto de animación ‘Project Shell’ y trabajan ya en su siguiente historia, la oscura e impactante ‘Alleycats’.

En Málaga nos encontramos con Cristina de Manuel. Tras trabajar como animadora 2D freelance, optó por salir fuera de España, y ha conseguido formar parte del equipo de la película ‘My Little Pony‘ en Canadá, donde ha residido durante varios meses. Antes ya trabajó para una empresa suiza en un videojuego.