Científicos andaluces están desarrollando el primer cribado destinado a detectar la posibilidad de que una persona desarrolle diabetes. Se trata de un grupo de investigación que pertenece a la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud, que trabaja en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), ubicado en la Isla de la Cartuja de Sevilla, y que desarrolla el trabajo en colaboración con el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen Macarena de Sevilla.
En Cabimer trabaja la Unidad de Desarrollo y Regeneración de Islotes Pancreáticos (PIDRU), que dirige el doctor canadiense Benoit Gauthier, cuya iniciativa ha conseguido financiación con un proyecto de la prestigiosa asociación Breakthrough T1D, con sede en Estados Unidos. Se trata de la principal organización mundial de investigación y defensa de la diabetes tipo 1, que trabaja en acelerar la investigación, el desarrollo de terapias y el acceso a la cura mientras, paralelamente, mejora la vida cotidiana de las personas afectadas.
Entre las labores diarias de los expertos y expertas que trabajan en este laboratorio, destinado a encontrar en un futuro más o menos próximo una cura para la diabetes, se encuentra ahora un trabajo que arrancó en septiembre y que, si consigue los objetivos que persigue, podría detectar por primera vez en una persona si va a contraer esta enfermedad en algún momento de su vida.
Casi 600 millones de afectados
A nivel mundial, se estima que más de 589 millones de adultos viven con diabetes, de los que 252 millones aún no han sido diagnosticados. En el mundo, casi uno de cada 11 adultos tiene diabetes, y se proyecta que esta cifra aumentará a 853 millones para 2050. En España, 2.939.000 personas, el 8.7% de la población adulta, viven con diabetes a diario, ya sea tipo 1 (insulinodependiente) o tipo 2.
Solo en Andalucía hay aproximadamente un millón de personas con diabetes, lo que supone una prevalencia del 15,3 % en la población adulta mayor de 18 años. De estos casos, la gran mayoría, casi el 95 %, corresponden al tipo 2.
El proyecto de investigación en forma de cribados preventivos se realizará entre los familiares de primer grado (padres, hijos y hermanos) de hasta 45 años de edad, de personas con diagnóstico de diabetes tipo 1, en un trabajo que se realiza en colaboración con el mencionado Servicio de Endocrinología y Nutrición del Virgen Macarena.
A las 500 personas que se van a estudiar se les extraerán muestras de sangre, que irán al laboratorio, donde se trabajará en detectar cuatro autoanticuerpos independientes asociados a la diabetes tipo 1 en la sangre. Estos se identifican mediante un sistema denominado ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay) en sus siglas en inglés, o Ensayo de inmunoabsorción ligado a enzima, un método utilizado para detectar cuantitativamente un antígeno en una muestra.
De hecho, la diversidad de antígenos potenciales es enorme, por lo que los ELISA se utilizan en muchas áreas de investigación y pruebas para detectar y cuantificar antígenos en una amplia variedad de tipos de muestra.
El final del estudio irá encaminado a determinar que si una persona presenta dos de estos autoanticuerpos, tiene aproximadamente un 80–90 % de probabilidades de desarrollar la enfermedad finalmente.
El trabajo será ingente, y por el momento se está en la fase de recogida de muestras, con el fin de tener los primeros resultados a partir de 2026, y abrir una nueva puerta a la investigación sobre esta enfermedad desde el laboratorio de Cabimer en Sevilla, ya que el fin principal es es evaluar el impacto de un fármaco en el que trabajan que se aplicará en las células inmunes de los individuos que se identifiquen con riesgo.
Se trata de un fármaco de pequeño tamaño molecular que activa de forma muy específica un receptor nuclear, una diana terapéutica que se ha identificado como esencial para la supervivencia de las células beta. Si el resultado es positivo, será un paso de gigante para las personas que padecen diabetes, e incluso de forma preventiva para futuros e hipotéticos enfermos.