Fotografías del 'nosotros': el festival Pa-ta-ta renace con mensaje en Granada contando con la gente de a pie

Hay una fotografía para la introspección, para reflejar miradas personalísimas y mundos concretos, y otra para trabajar lo colectivo, el “nosotros”. El Festival Pa-ta-ta, que se celebra esta semana en Granada, pone claramente su foco en esto último. Surgido en 2010 a iniciativa de Cecilio Puertas y María Martín, los impuaulsores de la Escuela Social de Fotografía La Ampliadora, esta cita se celebró durante diez años hasta que la precariedad económica recomendó una pausa. Ahora, tras cuatro años de barbecho, el descanso parece haberle sentado bien, y han desplegado una programación tan atractiva como fiel a sus principios fundacionales.

“Cuando empezamos no existían festivales que dieran espacio a proyectos emergentes, de modo que pensamos en crear nosotros uno”, recuerda Cecilio Puertas. “Otro de nuestros objetivos era acercar la fotografía a la ciudadanía. En la escuela hacemos proyectos de educación para el desarrollo, trabajamos con distintos colectivos para que puedan expresarse a través de la herramienta fotográfica. Pero queríamos ir más allá y dar voz, en este caso imagen, a los distritos y los pueblos de la provincia”.

Esta nueva edición empezó a primeros de año, primero haciendo una preselección de cuatro finalistas para el Premio Internacional de Fotografía con Impacto Social, uno de los puntos fuertes del festival, y luego trabajando en los distritos sobre las técnicas y líneas temáticas de las autoras –pues da la casualidad de que se trata de cuatro mujeres– preseleccionadas. 

Entre lo local y lo global

En concreto, se trata de la pamplonica Silvia Ayerra con su proyecto Dientes de leche, en el que se establece un vínculo entre la fotógrafa y su tío enfermo, de modo que las imágenes no solo materializan la comunicación entre ambos, sino que sirven para crear los mundos que la fantasía del tío generan; Huellas, de la brasileña Luana Fischer, surge por su parte de una residencia en la localidad de Arévalo (Ávila), y a través de un trabajo con colectivos de mujeres mayores logra resignificar los espacios que antaño eran dedicados exclusivamente a los hombres.

Por su patre, la alicantina Lucía Morante se ocupa en el proyecto Las cigarreras de Alicante de la experiencia colectiva de un grupo de mujeres que trabajaba en una fábrica y sentían la necesidad de preservar su memoria y ponerla en valor; por último, Heda, de la fotógrafa polaca Ola Skowrónska, habla de la inmigración a través de mujeres que poseen ese mismo nombre, Heda, además de tener en común el hecho de ser chechenas y migrantes para llegar a la conclusión, según ellas mismas manifiestan, de “no ser de ningún sitio”.

Estos proyectos han sido escogidos entre 76 propuestas procedentes de 15 nacionalidades, y optan a la dotación de 2.000 euros para su desarrollo. La mitad del veredicto depende de un jurado cualificado, mientras que la otra mitad quedará decidida por el voto popular, pues cualquier transeúnte que se tropiece con la muestra instalada al efecto en la Fuente de las Batallas de la capital nazarí puede votar sencillamente a través del código QR que les acompaña. Para Cecilio Puertas, “hemos logrado establecer un vínculo entre lo local y lo global, y entre el vecindario de Granada y los pueblos de la provincia, donde también hemos impulsado una iniciativa para demostrar que una vida en la provincia es posible”.

El otro premio recaerá por el distrito que mayor participación y capacidad de asimilación de los contenidos generados haya demostrado, de los cuatro que se han implicado en esta edición de Pa-ta-ta: el Centro, Norte, Chana y Beiro. “Hemos tenido reacciones muy bonitas”, aseguran los organizadores. “Los vecinos han vivido el aprendizaje del uso de la fotografía, lo han utilizado, han visto ese trabajo materializado en una exposición y finalmente asistirán a una gala en el teatro Isabel La Católica”.    

Rostros familiares

La participación de la gente de a pie no queda ahí. Además de participar en talleres de fotografía experimental o en programas como Cocinando con imágenes, en colaboración con el popular restaurante Ruta del Veleta, muchos han podido verse a sí mismos con la iniciativa Cartografía vecinal. “Gracias a la cesión de mupis o vallas publicitarias, en lugar de promocionar el festival con un cartel clásico pensamos que podía ser una buena idea mostrar el rostro de los vecinos y vecinas de nuestros barrios, que 'tomaran' la ciudad, y el resultado ha sido espectacular”, comenta la jefa de prensa de Pa-ta-ta, Nerea Larrinaga.

Además, los usuarios de distintas líneas de autobús podrán encontrarse con viajeros habituales, esta vez inmortalizados gracias a la fotografía, gracias al programa Líneas conectadas, en colaboración con ALSA. “Si vives por el centro y coges, por ejemplo, la línea 33, puedes encontrarte con tu retrato o el de algún otro viajero frecuente”, apunta Larrinaga, mientras que Puertas añade: “Gracias a los códigos QR que hemos llevado a las calles puedes escuchar audios con conversaciones del vecindario en torno a los temas que venimos tratando”.

Según el coordinador, “estamos viviendo esta edición como si fuera la última, y creo que deberíamos hacerlo así cada año, porque lo disfrutamos más. Vivimos el presente, hemos conseguido todo lo que nos habíamos propuesto y, si sigue habiendo una evolución, seremos felices. Si no, lo dejaremos. Es algo bonito, y lo principal es que la ciudadanía lo tome como algo suyo”.    

Necesitamos tu apoyo

Desde este enlace puedes convertirte en nuevo socio/a de elDiario.es Andalucía y apoyarás económicamente un periodismo independiente y riguroso hecho desde nuestra tierra.

Si ya eres socio/a, puedes hacer una aportación extra destinada íntegramente a la redacción de Andalucía desde el apartado 'Tu cuota'. Es importante para que podamos seguir contando noticias de Andalucía desde Andalucía. ¡Gracias por tu apoyo!