Huesca resiste a la pandemia laboral con una caída de solo el 3,6% de los afiliados a la Seguridad Social

El tejido productivo de la provincia de Huesca está resistiendo a la pandemia con menores daños que los de sus vecinos de Zaragoza y Teruel y, en general, que la práctica totalidad del país: el retroceso interanual del 3,6% de las afiliaciones a la Seguridad Social que registraba al cierre de agosto resulta menos de la mitad de intenso que el 7,4% del conjunto del Estado, y que solo mejoran los de Cuenca (3,5%) y Albacete (3,2%) para empatar con el de Badajoz.

Las mermas son porcentualmente más acusadas, aunque en cualquier caso inferiores a la media, tanto en Zaragoza (5,1%) como en Teruel (4,3%), según recoge un estudio sobre la recuperación del empleo publicado por el Banco de España, que se centra en la llamada “afiliación efectiva”, que no incluye en el cómputo a los trabajadores afectados por ERTE.

Esas caídas superan el 24% en Baleares y oscilan entre el 15,8% y el 18% en Canarias, superan el 10% en Málaga y se acercan a esa cota en Girona, Barcelona y Alicante, provincias en las que el sector turístico y la hostelería tienen un peso fundamental.

Esa heterogeneidad “se explica, en gran medida, por las diferencias provinciales en cuanto a la estructura sectorial” del sistema productivo, indica el informe, que apunta que “el descenso interanual del empleo fue más intenso en aquellas provincias con un mayor peso del comercio y la hostelería —fuertemente afectados por las restricciones a la movilidad durante el período de confinamiento y cuyos niveles de actividad aún no han podido recuperarse en la misma medida que en otras ramas productivas—, así como del turismo extranjero en el total de la actividad turística, y con un menor peso del sector industrial y de los servicios de no mercado”, señala el estudio.

Las restricciones y sus efectos en el mercado laboral español

En este sentido, el informe destaca que la creación de empleo de los últimos cuatro meses “solo ha permitido recuperar un 42% del empleo que se perdió entre febrero y abril”, lo que supone que “en agosto la afiliación todavía era un 2,4% inferior a la registrada en febrero y permaneció un 2,8% por debajo de la observada un año antes”.

Eso, en términos globales y sin incluir el efecto de los ERTE, en los que al cierre del mes pasado seguían ‘hibernados’ casi 900.000 trabajadores.

El mercado laboral oscense ha resultado ser, en cualquier caso, uno de los que se han salido de las tendencias generales.

“La mayor parte de la recuperación del empleo” desde abril “se ha concentrado en los meses de julio y agosto, una vez que se han relajado una gran mayoría de las restricciones” de la desescalada de mayo y junio, señala el informe, que añade que los datos de afiliación a la Seguridad Social comenzaron en la segunda quincena de agosto a mostrar “un cierto agotamiento en esta senda de recuperación, lo que podría estar relacionado con las diferentes medidas tomadas en algunos territorios ante el empeoramiento de la crisis sanitaria”.

La provincia rompe las tendencias del país

Sin embargo, la provincia de Huesca fue pionera en estrenar las restricciones tras el levantamiento del estado de alarma, con el regreso de varias de sus comarcas orientales, como la Litera, el Bajo Cinca y el Cinca Medio a una fase dos flexibilizada tras detectarse los primeros rebrotes.

Esas restricciones afectaron, por otro lado, a algunas de las zonas de mayor actividad económica de la provincia, como Binéfar y Monzón que se encuentran entre las que mayores rentas medias generan en el alto Aragón.

Ese comportamiento del empleo se debe, entre otros factores, al elevado peso que tienen en esa provincia sectores como el primario, que es uno de los dos únicos que han recuperado los registros de hace un año (el otro es la sanidad), y a la menor cuota de otros como la hostelería, cuyas mermas siguen siendo cercanas al 30% a nivel estatal y sin incluir a los afectados por ERTEs.