Aragón insiste en la retirada de un oso “problemático” mientras la especie alcanza cifras récord en el Pirineo

“Estamos ante un ejemplar problemático, declarado como tal, y pedimos que se retire el oso Goiat y no solo eso sino que se replantee la política de reintroducción. A nosotros no nos compete sino a la Generalitat de Catalunya, que es quien gestiona el programa y el protocolo, y al propio Ministerio de Transición Ecológica”. Las palabras del consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, reiteran la posición de ganaderos y alcaldes del Pirineo. Estos vuelven a clamar por acciones concretas ante los plantígrados al tiempo que crece su población tras el nacimiento de diez crías en 2019.

Goiat, considerado el ejemplar más peligroso de los que pueblan el Pirineo aragonés, ha realizado varias incursiones, hasta cinco, en los valles de Chistau y Barbaruéns durante el mes de abril. En una de las últimas atacó a una oveja en San Juan de Plan, como confirmó posteriormente el Ejecutivo autonómico. La denominada Patrulla del Oso del Gobierno de Aragón y un Agente de Protección de la Naturaleza analizaron las pisadas y concluyeron que se trataba de un ataque de este oso. El 'CSI' de los plantígrados emplea parámetros como la envergadura de la mordida y el destrozo en huesos y estructuras del animal agredido.

En Chistau se reclama ahora la aplicación del protocolo técnico de actuación que figura en el proyecto Piros de recuperación de la especie, el mismo con el que en 2016 se introdujo a Goiat, originario de Eslovenia, en el Pirineo occidental. Según este protocolo, si se comprueba que un ejemplar no se adapta al terreno y genera problemas por su comportamiento violento se le podría extraer. Los alcaldes del valle piden conocer con antelación la ubicación de los osos reintroducidos en el Pirineo, seguidos por GPS, en pos de medidas preventivas con las que se puedan anticipar y evitar estos ataques a los ganados.

Olona mantiene la postura de solicitar al Ministerio de Transición Ecológica que medie con la Generalitat de Catalunya para la retirada del plantígrado mientras se cuestiona la continuidad del programa de reintroducción por los problemas y sobrecostes que causa. El Gobierno de Aragón mantiene dos líneas de ayudas económicas para los afectados en función del número de cabezas de la explotación por la mera presencia del oso en la zona y por los daños causados, y reitera la ineficacia de los sistemas de geolocalización que habrían quedado de nuevo en evidencia durante este mes de abril.

Diez nacimientos en 2019

Mientras, el Grupo de Seguimiento Transfronterizo ha publicado un informe en el que fija en 52 el número de ejemplares en los Pirineos con diez nacimientos en 2019. Se trata de un dato que multiplica por nueve las cifras de hace 25 años, cuando apenas quedaban seis ejemplares. Con todo, el único autóctono es Canelito, nacido en 2004 e hijo de una hembra autóctona que fue abatida por un cazador y de un macho esloveno. El programa de reintroducción del oso se denomina Pyros Life y encuentra apoyos en Francia y Catalunya del mismo modo que oposición en Aragón y Navarra.

Las estadísticas de 2019 reflejan un incremento de 12 ejemplares respecto a 2018, y se trata de un censo de población que se obtiene mediante observaciones, huellas, fotos y análisis genéticos. Los nacimientos de las diez crías procedieron de cinco hembras diferentes: Sorita, Isil, Caramelles, Bambou y Fadeta. A cambio, fallecieron seis ejemplares; entre ellos, la hembra Hvala, detectada por última vez en 2017, además del macho Fifonet y las dos crías de Sorita. También Cachou, encontrado muerto en el valle de Arán el pasado 9 de abril y, posiblemente, por el ataque de otro oso y tras precipitarse después por una pendiente.

Según ha publicado el Diario de León, organizaciones ecologistas, entre las que se encuentra el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), han solicitado al Gobierno, junto a otras organizaciones conservacionistas, la puesta en marcha de protocolos para trasladar osos de la Cordillera Cantábrica al Pirineo. El documento ha sido suscrito por organizaciones como el WWF, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Seo Bird Life, Ipcena de Lleida y Ecologista de Catalunya. Reflejan su preocupación a raíz de la muerte del oso Cachou, de seis años, en el Valle de Arán al ser de una línea genética diferente de la que proceden la mayoría de los osos pirenaicos, descendientes del oso también fallecido Pyros.