La portada de mañana
Acceder
Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite al Gobierno de Sánchez
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder

Re-viviendo busca terminar con el problema de la vivienda en lo rural: “Conectamos casas con quienes quieren vivir en un pueblo”

Nerea Lozano

0

“Decía no puede ser que la gente se quiera ir al medio rural a vivir y no encuentren una casa porque en mi pueblo la de enfrente de donde yo vivo está vacía, la de detrás y la de al lado también”, explica Cecilia, quien junto a Pablo se embarcó en octubre del pasado año en el proyecto Re-viviendo, que está en fase de “despegue” y en busca de financiación. Una iniciativa que tiene como objetivo “conectar” a quienes quieren vivir en un pueblo, con una casa que lo haga posible. Con esta idea inicial y tras investigar sobre la materia, los dos jóvenes –Cecilia de Torralba de los Sisones en Teruel y Pablo de Calahorra– que trabajaban en un departamento de innovación en una empresa decidieron dejarlo para emprender en algo que fuese suyo. 

Una de las conclusiones de la investigación y que apuntan como punto de partida de Re-viviendo es que muchas de las viviendas que hay en los pueblos están cerradas y vacías por motivos “emocionales”. Cecilia recuerda a aquellas personas que tuvieron que dejar el pueblo donde habían nacido, algunas “obligatoriamente”, por salir a la ciudad a encontrar una nueva vida. Para muchas de ellas, la casa de su familia es lo “único” que les queda en el pueblo y guardan esa esperanza de volver a habitarla algunas semanas del año, pero hay veces en las que no ocurre y las puertas y ventanas no vuelven a abrirse. 

“Hay casos donde la casa se ha caído, pero otras muchas viviendas son de gente que tiene la ilusión de volver al pueblo pasado un tiempo para vivir entre las paredes donde han estado sus abuelos o sus padres. El caso que se da es que hasta que eso ocurre, si se llega a hacer realidad, la casa queda vacía o bloqueada y no puede habitarla alguien que quiera empezar o retomar la vida en un pueblo”, detalla la emprendedora de Re-viviendo, Cecilia. Ella misma reconoce que no esperaba este problema de vivienda en las zonas rurales y que de no ser por el trabajo de análisis que han realizado no lo hubiese descubierto. 

La metodología de trabajo la tienen clara. Para los dos fundadores lo interesante es “actuar a nivel colectivo” en un pueblo tras recibir la llamada, por ejemplo, de un Ayuntamiento o una comarca. Aquí, se aplicaría una mediación cultural en la que hablar con la gente del pueblo y conocer de primera mano la historia de las casas o como Cecilia describe: “una conversación en la que poner en valor el patrimonio del pueblo y empezar a crear vínculos”. A partir de ahí buscan la manera de resolver el problema por el que la vivienda está cerrada y trabajan desde distintos puntos jurídicos para dar una solución. “Si alguien quiere mantener su casa del pueblo para ir en agosto, buscamos la forma para que puedan hacerlo y el resto del año vivan otras personas”, subraya la emprendedora. 

Otro de los datos “impactantes” que vieron en la fase de investigación es que las personas que llegan nuevas a un pueblo suelen abandonarlo de media a los dos años porque “no terminan de encontrar su sitio en el entorno”, según asegura Cecilia. Para evitar que así sea, trabajan en su integración para que conozcan a aquellas personas con las que compartirán calles o todo lo que se puede hacer en el pueblo. Porque para ambos jóvenes en los pueblos “la diversidad es real” y se tiene que convivir independientemente de los gustos de cada uno. 

En Re-viviendo hay espacio para todo tipo de personas. Sus servicios están abiertos para nuevos pobladores, pero Cecilia aclara que también pueden ayudar a jóvenes que tuvieron que salir para estudiar y ahora quieren volver o alguien que quiere independizarse y no encuentra vivienda en el municipio que le ha visto crecer. Cada vez notan como hay un mayor interés por vivir en un pueblo y el perfil de los interesados es cuanto menos “variado”. “Consideramos que ha cambiado mucho la idea de vivir en lo rural desde la pandemia. Para muchos ha sido un punto de inflexión para plantearse otra forma de vida y muchas de esas personas están ahora en el momento de búsqueda de una casa en un pueblo”, añade la joven.

Este proyecto nace en la provincia de Teruel y es ahí donde por el momento se comenzará a implementar. No obstante, Cecilia destaca que es un modelo que podría cruzar la frontera turolense porque puede aplicarse a “cualquier pueblo” que tenga un problema “urgente” de vivienda y esté afectado por la despoblación. “Se podría trasladar el método a zonas como, por ejemplo, Soria o Cuenca. La idea es poder ayudar a cualquier pueblo de la España Vaciada”, anuncia. Sus ojos han visto como personas con trabajo en un pueblo tienen que irse a vivir al municipio vecino al no encontrar una vivienda. 

Si algo define a Re-viviendo es la sostenibilidad y lo demuestran, como explica Cecilia, con la “reutilización” de las casas porque se evita el “deterioro” del suelo natural para una nueva construcción. De esta forma, confiesa que los pueblos son un “mundo de oportunidades y futuro” en los que se pueden crear innovaciones y hacer las cosas de “una manera diferente”.

También, mencionan la teoría sociológica de “los cristales rotos”. De manera breve, Cecilia ejemplifica que cuando en un barrio se rompe un cristal hace que el vecindario sienta que es algo que puede descuidarse y se rompen muchos más. Cuando se traslada a lo rural desarrolla que al ver las casas “en ruinas” en los pueblos se tiende a pensar que ahí no hay futuro porque está “abandonado”. Re-viviendo germina para terminar con ese tabú y concluyen que vivir en lo rural es “un lujo” y ayudarán a que el resto de personas puedan vivirlo como ello hacen.