La Alta Velocidad llega a Asturias

Este 29 de noviembre pasará a la historia de Asturias como el día en el que la Alta Velocidad llegó a la comunidad autónoma atravesando la Variante de Pajares, una compleja infraestructura que cruza la cordillera por un trazado alternativo al inaugurado en el s.XIX, en 1884 y cuyas obras se han prolongado casi veinte años con una inversión de 4.000 millones de euros.

La variante , que hoy inaugurará el rey Felipe VI -su tatarabuelo Alfonso XII hizo lo propio con la 'rampa' de Pajares- y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, discurre a lo largo de 49,7 kilómetros entre La Robla (León) y Pola de Lena (Asturias). Tiene 11 viaductos y 13 túneles (26 teniendo en cuenta que están doblados), entre ellos el de casi 25 kilómetros de longitud que perfora el puerto que le da nombre.

Tras la llegada de la Alta Velocidad a Galicia en 2021 y aún lejana la fecha para Cantabria y el País Vasco, Asturias verá así cumplida su casi eterna reivindicación de mejorar su comunicación ferroviaria con la Meseta para viajeros y mercancías. El nuevo trazado permitirá, ya en los primeros meses tras la entrada en servicio de la Variante, reducir a tres horas y media el viaje entre Oviedo y Madrid (una hora y cuarto menos que en la actualidad).

Considerada la obra ferroviaria más compleja hecha en España por sus dificultades técnicas, tanto en la fase de obra como en la de proyecto, por las características geotécnicas del macizo que atraviesa, la puesta en circulación de los trenes Avril la próxima primavera, según prometen las autoridades, y las mejoras pendientes en el tramo León-La Robla, donde aún no está el triple hilo, permitirán reducir esos tiempos y duplicar las plazas disponibles.

Así, se prevé que el número anual de viajeros que llegan en tren a Asturias pase de 230.000 a 600.000 y que aumente el transporte de mercancías al duplicarse el tamaño de los convoyes y reducirse en dos terceras partes el coste para las empresas por usar un tren que hasta ahora solo se utiliza para el 4 % de la carga transportada en España, 24,8 millones de toneladas en 2022, de las que el 20 % pasaban ya por Pajares, fundamentalmente para el traslado de productos siderúrgicos de ArcelorMittal.

La infraestructura, que requirió en sus dos décadas de obras del uso de cinco tuneladores y de hasta 4.000 trabajadores de forma simultánea, incluye el sexto túnel más largo de Europa y reemplazará a un trazado de 83 kilómetros que asciende por un puerto de 1.387 metros de altitud a través de 85 túneles a una velocidad media de 60 km/h.

Una historia de dificultades

La obra que hoy se inaugura tuvo que superar dificultades derivadas de las inundaciones que provocaron los acuíferos y la inestabilidad de algunas laderas además de cambios de diseño que la retrasaron desde que en 2004, el entonces vicepresidente Rodrigo Rato y el ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos, pusieran la primera dovela de una inversión presupuestada entonces en 1.990 millones, que debía estar ejecutada en 2010 y que uniría Gijón y Madrid en dos horas y media.

Con todas esas previsiones incumplidas, cuatro presidentes del Gobierno y del Principado, nueve ministros de Fomento y diecisiete fechas erróneas de puesta en servicio después, la variante se estrenará por fin para llevar la alta velocidad ferroviaria al territorio más pequeño para el que se haya construido un trazado similar en Europa y satisfacer así una reivindicación histórica.

Si a finales del siglo XIX ya provocaron protestas, los casi treinta años que pasaron desde que se aprobó la salida ferroviaria a la Meseta hasta su puesta en marcha, también en 1989 la sociedad asturiana se movilizó de forma masiva con los partidos, sindicatos y empresarios que lideraron una plataforma para exigir al Gobierno socialista que planificase la obra.

Aunque Renfe había encargado los primeros estudios en 1980, el PSOE paralizó el proyecto para dar prioridad a otras infraestructuras hasta que dieciséis años después el Congreso aprobó a iniciativa de IU, y con la abstención socialista, una ley de artículo único que obligaba a ejecutar la variante y que la convierten en la única infraestructura española construida 'por imperativo legal'.

Con 60.000 billetes vendidos en la campaña promocional del trazado, Felipe VI, Sánchez y los presidentes de Asturias y Castilla y León serán hoy los primeros usuarios en dejar atrás la histórica 'rampa' de Pajares, que algunos colectivos exigen conservar, para llegar a Asturias por una infraestructura del siglo XXI aún cuestionada por el ministro, y después presidente asturiano, que puso su primera piedra, un Álvarez-Cascos que ve “escandalosa” la desnaturalización del proyecto inicial.