La Cumbre del Clima advierte de los efectos colaterales de uno de los aparatos esenciales para el futuro: el aire acondicionado

En el primer día de la Cumbre Mundial del Clima se habló del aire acondicionado, porque cada vez más personas en el planeta lo usan para soportar el aumento de las temperaturas. Un panel de especialistas de distintos países contó el lunes en Madrid cómo tener la oportunidad de elegir alguna forma de refrigerarse en los países más desfavorecidos “es una enorme oportunidad para adaptarse al cambio climático y prevenir la mortalidad por calor”, explicó Enrica de Cian, investigadora de la Universidad Foscari de Venecia.

En Estados Unidos el 90% de los hogares tiene aire acondicionado en sus casas y en Japón el 91% (datos de la AIE). En España, según la especialista, si en 1990 apenas un 5% de los hogares lo usaba, en 2011 ese porcentaje había subido al 45%. En contraste, en un país como México, solo lo tiene el 16%.  Pero se espera que allí también empiece a subir.

“A medida que los ingresos y la población crecen, sobre todo en las regiones más calurosas del planeta, el uso de aires acondicionados se está haciendo algo común. Tener estos aparatos y ventiladores eléctricos ya supone una quinta parte del consumo de electricidad en los edificios de todo el mundo”, sostiene el estudio de la AIE Future of Cooling.

La cuestión es qué pasa a medida que más personas acceden a esta forma de protegerse del calor. “El aire acondicionado es uno de los puntos ciegos de la transición energética”, comentó el investigador Luca Lo Re, de la Agencia Internacional de la Energía. En 2050, el consumo de electricidad en los hogares para equipos de aire acondicionado habrá subido al 37%, más que para calefacción (12,4%).

El aire acondicionado, al que por ahora solo ha accedido la población más favorecida del planeta, plantea un círculo vicioso, pues aumenta el consumo de energía, lo cual a su vez incrementa las emisiones.  

En el encuentro de ayer también estaba representada China, que fabrica el 80% de los aparatos acondicionados que se compran en el resto del mundo, un país con más de 1.300 millones de personas donde la compra de aparatos de aire acondicionado crece un 20% al año.

Según Luca Lo Re, de la Agencia Internacional de la Energía, el mayor consumo de energía también se da porque los equipos que se compran no son eficientes. La media de eficiencia en Europa, según ha calculado este organismo, es del 5,3%. “Es menos de la mitad de lo que se suele ofrecer en los comercios, y un tercio de la mejor tecnología que existe”.

Una de las posibles soluciones es que las máquinas consuman menos. Pero esto solo resuelve una parte, al menos a corto plazo, pues la cuestión es de dónde procede la electricidad. “Sabe, en China la producimos con carbón”, contesta muy amable la investigadora Han Wei, que ha venido a Madrid para representar a la Energy Foundation China.

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