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“Las niñas te roban la belleza”: los comentarios machistas que asocian el sexo del bebé al estado de la embarazada
Cuando se quedó embarazada, Meri recibió un comentario de su prima que la dejó “descolocada”: “Me dijo que iba a ser niño porque estaba muy guapa, y las niñas le roban la belleza a las madres”. Laura, que tiene una niña y está ahora embarazada de un niño, también escuchó lo mismo: “Me dijeron que las embarazadas de niñas se ponen feas, porque la niña les quita la belleza, y que las mamás de niños estamos más guapas”.
En una reunión de amigas, Andrea escuchó varias veces cómo una de las invitadas insistía en hacer diferencias entre dos mujeres embarazadas de niño y de niña (con ellas presentes). “Se nota perfectamente que tú traes un niño, porque estás guapísima, y tú una niña, porque estás mucho más fea”, recuerda Andrea. Elen presenció cómo a su cuñada le decían que, cuando estás embarazada de una niña, “engordas mucho más”.
Este tipo de comentarios no pedidos que asocian el aspecto físico de las mujeres embarazadas con el sexo del bebé siguen siendo habituales; si estás guapa, te encuentras bien y tienes el pelo o la piel luminosa, es un niño; si tienes la cara hinchada, has ganado peso o tienes vómitos y náuseas, es una niña.
“Lamentablemente [estas afirmaciones] siguen siendo muy habituales, pero no tienen ningún tipo de evidencia científica”, aclara Marta Fernández, psicóloga clínica especializada en maternidad. “Es especialmente preocupante cuando estos comentarios tienen sesgos machistas, por ejemplo lo de que las niñas les roban la belleza a las madres”, explica la psicóloga. Un criterio en el que coincide la ginecóloga y obstetra Miriam Al Adib, que afirma que no existe “ninguna base científica sólida” que relacione el aspecto físico de la embarazada con el sexo del bebé.
Al Adib ha recibido en su consulta ginecológica a mujeres que llegan preocupadas porque su barriga “no tiene la forma correcta” o porque su aspecto “confirma” un supuesto sexo del bebé. Según ella, estas creencias, lejos de ser inofensivas, pueden aumentar la ansiedad en un momento vital complejo. “Cada embarazo es único y no existe una forma correcta de tener barriga ni de verse más o menos guapa. El aspecto físico no define ni la salud de la gestación ni el sexo del bebé. Lo importante es el autocuidado, la serenidad y el bienestar”, explica la ginecóloga.
Un cuerpo abierto a opiniones
“El embarazo es un momento en el que el cuerpo de la mujer parece que está abierto a todo tipo de comentarios, no solo los que hemos analizado sobre el sexo o género del bebé, sino otros como que tienes mucha o poca tripa, que se te nota mucho o poco, si estás guapa o no…”, enumera la psicóloga Marta Fernández. La experta cree que este tipo de opiniones no solicitadas pueden tener consecuencias psicológicas negativas en las mujeres: “Hay personas que durante el embarazo están muy en paz con su cuerpo y no les afecta tanto. Pero es una época de cambios y algunas mujeres que quizá no se sientan tan cómodas en sus cuerpos –porque quizá nunca lo estuvieron– pueden sufrir mucho con este tipo de comentarios”, asegura.
Laura, que está ahora mismo embarazada, confirma esta situación: “Estoy recibiendo opiniones todo el rato, me tienen bastante harta. Uno de los últimos ha sido el de ‘tienes cara de embarazada’, que digo yo, ¿cómo es la cara de embarazada? Luego que si mi barriga es más picuda, o más redonda. Pero sin duda lo que más me molesta es que me toquen la barriga. Esta misma mañana me ha pasado con un compañero de trabajo con el que apenas tengo confianza. Parece que por estar embarazada te pueden invadir tu espacio personal sin problema”, se queja.
Andrea, la mujer que presenció en una fiesta la comparación entre embarazadas, también reconoce que durante su propia gestación recibió todo tipo de observaciones por parte de familiares y personas cercanas. “Creo que solo recibí mensajes en positivo: ‘Pues no has engordado aparte de la barriga’, ‘se te ve muy bien’, o ‘estás muy guapa’’. Pero aunque estén formulados en positivo, esconden mucho detrás: quieren decir que no se te permite lo contrario, que hay un examen continuo sobre tu cuerpo”, asegura esta madre.
Más allá de las observaciones ajenas, Marta Fernández invita a reflexionar sobre “la importancia que damos a la genitalidad de un bebé, cuando realmente sabemos que los genitales probablemente influyen muy poco en su personalidad y en cómo van a ser sus primeros años de vida”, concluye la psicóloga.