Las Palmas y Tenerife se agarran al esperado derbi para enderezar sus rumbos
La UD Las Palmas y el Tenerife protagonizarán este domingo una nueva edición del derbi canario, aunque lo harán en un mal momento para ambos en LaLiga 1/2/3, por lo que afrontan este encuentro como una oportunidad para dar un golpe de efecto ante el eterno rival y enderezar así sus erráticas trayectorias.
Amarillos y blanquiazules no han cumplido en lo que va de campaña las expectativas, y de hecho los dos equipos decidieron cambiar de entrenador, una medida que no ha supuesto el esperado revulsivo en ninguna de las dos orillas.
Ni Paco Herrera en Las Palmas, ni José Luis Oltra en el Tenerife, curiosamente los dos técnicos que lograron los últimos ascensos a Primera División con ambos equipos, han hecho funcionar a dos plantillas de las que se esperaba mucho más.
La Unión Deportiva, cuyo objetivo era el ascenso directo, ya tiene esos puestos a una distancia casi sideral, mientras que empieza a alejarse peligrosamente también de los de play-off después de una secuencia de resultados nefasta, con una victoria en sus últimos once partidos, aunque continúe invicta en casa.
Herrera, quien ya estuvo en banquillo local en el último derbi oficial, disputado en marzo de 2015 en el Estadio de Gran Canaria (1-1), busca la primera victoria en su cuarto partido, después de un empate sin goles en casa ante el Real Oviedo y dos tremendos batacazos fuera, con goleadas en Cádiz (4-1) y Lugo (4-2).
En Galicia, el equipo amarillo experimentó una ligera mejoría cuando tuvo el balón, pero volvió a dejar patentes en su comportamiento defensivo unos preocupantes “agujeros”, como lo definió el propio técnico catalán.
El preparador barcelonés, quien se convertirá este domingo en el entrenador con más partidos en el Segunda División española, recupera al guardameta Raúl Fernández, ausente en Lugo por lesión, aunque no ha querido confirmar si el vasco volverá a la titularidad.
El choque también será especial para el delantero Sergio Araujo, al cumplir 100 partidos con la UD Las Palmas. El argentino quiere resarcirse del gol en propia puerta que marcó en el derbi disputado en septiembre de 2014, con derrota grancanaria en el Heliodoro Rodríguez López por 2-1.
El CD Tenerife afronta el derbi con el reto de lograr la primera victoria de la temporada como visitante, en un choque que los blanquiazules esperan que sirva para cambiar definitivamente su dinámica y empezar a escalar puestos en la clasificación.
El equipo tinerfeño, que ha perdido en sus tres últimas salidas, llega al encuentro con una mejoría en el juego y en el funcionamiento colectivo, según afirman los propios futbolistas, pero sigue con la pólvora mojada y peleado con el gol.
El plantel de José Luis Oltra no podrá contar con la participación de su máximo realizador, el onubense José Naranjo, sancionado por acumulación de tarjetas amarillas, aunque recupera a Bryan Acosta y Jorge Sáenz, quienes se perdieron el choque de la semana pasada ante el Extremadura por ese mismo motivo.
Además, Luis Milla, referencia en la medular del CD Tenerife, podrá estar a disposición del técnico valenciano, a pesar de las molestias en una rodilla que ha arrastrado durante la semana, mientras que se perderá el choque por lesión el lateral Luis Pérez.
Pese a la decepcionante trayectoria amarilla, y a que los abonados tienen que pagar, se espera un gran ambiente en el Estadio de Gran Canaria, que aspira a superar la mejor asistencia del curso (21.350 espectadores contra el Málaga), aunque no se prevé el lleno de otras ediciones del clásico canario, declarado de alto riesgo.
Acompañarán al conjunto chicharrero más de un millar de tinerfeños, quienes se desplazarán a la isla vecina mayoritariamente en la jornada del domingo.