El Tenerife hurga en la herida del Nàstic y se pone a seis puntos de la promoción
El Tenerife sumó los tres puntos en el Nou Estadi tras ganar un partido en el que tuvo que remontar el gol inicial de Tete, y lo hizo con dos dianas de Juan Villar, que liquidó al rival en media hora.
Se enchufó rápidamente el Nàstic al partido y se adelantó en el marcador, a los diez minutos, tras un trallazo de Tete, que recogió una asistencia milimétrica de Maikel Mesa, hoy titular por la baja de Javi Márquez.
Si el gol del Nàstic subió a los nueve minutos de juego, apenas dos minutos más tarde reaccionó con rapidez el Tenerife para subir el empate con un tirazo de Juan Villar, que se internó en la portería entrando por la derecha del meta Dimitrievski, muy ajustado al palo.
A partir de este momento, empezó un monólogo de los de Joseba Etxeberria, que siguió con un balón al travesaño en el minuto 21, obra del central Aveldaño. El futbolista visitante intentó rematar con la testa un centro que se chocó con la madera y acabó escupido por la línea de fondo.
Lejos de conformarse con el empate, los de Etxeberria siguieron volcados en la portería rival y encontraron su premio a la media hora de juego tras una jugada de pizarra.
Fue un centro desde la derecha de Longo, que prolongó con la cabeza Acosta y remató, a placer, Villar, que posteriormente, abandonaría el terreno de juego por lesión.
La insistencia tinerfeña no cesó hasta el descanso. Atacando sin mirar atrás, pudieron irse con un tercer gol los de Etxeberria si Dimitrievski no hubiese repelido un disparo de Longo que parecía que entraba.
En el segundo acto, se enfrió un poco más el choque, pero comenzó con el dominio del Tenerife, que vio cómo se podía aprovechar de las debilidades defensivas de un Nàstic al que le empezaron a entrar todos los miedos al verse por detrás en el electrónico.
La lesión de Villar, que permitió el ingreso en el campo de Aitor Sanz, no trastocó los planes del Tenerife, que supo jugar perfectamente con la ansiedad de su rival.
Con la entrada de Uche en el campo, Nano Rivas buscó fijar a los centrales con un 4-4-2 que tampoco varió las cosas, ya que el problema para los locales no era el dibujo. Fue más a por el partido el Tenerife, y eso se notó.
La única ocasión clara, antes de llegar al tiempo añadido, fue un disparo del centrocampista local Fali, en el minuto 70, que obligó a Dani Hernández a desviar a córner.
Se intentó meter el Nàstic en el área rival, pero no tuvo las ideas suficientemente claras como para crear algún peligro que pudiese suponer un susto para el Tenerife, que se llevó merecidamente el triunfo.
En el añadido, Mula y Malbasic pudieron abrir todavía más la herida, con un Nàstic completamente roto, pero el primero se encontró con el palo y el segundo con Dimitrievski.