Javier Pérez nunca se fue

Plaza e iglesia de Tegueste el día del sepelio de Javier Pérez.

ACAN

Santa Cruz de Tenerife —

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Un análisis exhaustivo de la trayectoria del Tenerife a lo largo de un siglo de historia hace complicado otorgar a Javier Pérez y Pérez (1946-2004) la consideración de mejor presidente de la historia blanquiazul. La gran labor desarrollada por Pelayo López o por Heliodoro Rodríguez complica conceder a un dirigente concreto un galardón honorífico que siempre es difícil de asignar. En todo caso, Pérez sí puede ser considerado, sin duda, el presidente del mejor Tenerife de la historia, el que durante una década permaneció en Primera División y el que, en dos ocasiones, logró clasificarse para la Copa de la UEFA. Y justo es admitirlo, el dirigente palmero también fue el principal responsable de una arriesgada apuesta por el gasto que llevó a la entidad blanquiazul a una crítica situación económica que aún no ha superado.

Por encima de todo, Javier Pérez es la figura que ha marcado el devenir de la entidad en el último cuarto de siglo. Aún hoy se mantiene como referencia, para lo bueno y para lo malo, aunque ya haya pasado más de una década desde su fallecimiento, el 13 de diciembre de 2004, tras luchar durante meses contra un cáncer. Para entonces no era el presidente del Tenerife, aunque, tras estar más de 16 años al frente del Tenerife, nunca terminó de 'abandonar' el club. Ni siquiera lo hizo tras las elecciones de diciembre de 2002, cuando a pesar de agrupar el mayor número de acciones, la unión de los otros dos candidatos, Víctor Pérez Ascanio y Quico Cabrera, provocó un relevo en la presidencia. Y aunque Pérez jamás rompió su promesa de guardar silencio público tras su salida de la entidad, nunca acabó de 'irse'.

La culpa no fue suya, sino del empeño de su sucesor. Porque tanto Pérez Ascanio como sus acólitos nunca gobernaron a favor del Tenerife, sino que lo hicieron en contra del anterior presidente. Su primera medida, una vez cambiada la cerradura de la sede del Callejón del Combate, fue interponer una querella criminal contra Javier Pérez por sus presuntas irregularidades al frente de la entidad. Instruido el caso, a la hora de declarar ante la jueza que llevó la causa, Pérez Ascanio aseguró que había acudido a los juzgados “por los rumores que había en la calle”. Ni una prueba, ni un documento, ni un papel... En enero de 2005 la querella fue sobreseída sin que Pérez pudiera celebrar en vida su inocencia. “No pudieron llevarlo a la cárcel, pero sí a la tumba”, comentó entonces un directivo de su época.

Además, la tortilla dio vuelta cuando en septiembre de 2005 se admitió a trámite una querella de los familiares de Javier Pérez contra el consejo de administración de Pérez Ascanio. Y como éste huyó tres meses después sin despedirse y sin disculparse, no se cerró la herida. El desembarco posterior de antiguos colaboradores de Javier Pérez en el equipo de Miguel Concepción –que figuraba como miembro de la candidatura de Pérez en las elecciones de 2002– no ha hecho más que mantener viva la figura del ex presidente. Y es que Pérez gobernó el club durante 16 años y medio… y aún lo sigue 'dirigiendo'.

(*) Capítulo del libro ‘El CD Tenerife en 366 historias. Relatos de un siglo’, del que son autores los periodistas Juan Galarza y Luis Padilla, publicado por AyB Editorial.

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