El Madrid cae con la cabeza bien alta

El Real Madrid queda apeado de la Copa del Rey con la cabeza bien alta. Superaron al FC Barcelona en gran parte del partido, pero perdonaron demasiado ante Pinto y no pudieron culminar la remontada a los dos tantos iniciales del club culé. Pedo y Alves, este con un auténtico golazo, adelantaron al Barcelona en la primera parte y Cristiano y Benzemá pusieron el 2-2 final, insuficiente para resolver la eliminatoria del lado madridista.

Mourinho decidiría hacer oídos sordos a la Opinión Pública y sacaba a Pepe de inicio, a pesar de su bochornosa, antideportiva y polémica actuación en el encuentro de ida. Aspectos extra deportivos aparte, optaba por una alineación más creativa, añadiendo a Kaka en el centro del campo y decantándose por Higuaín como único punta, deshaciéndose del invento Altintop en el lateral de la defensa en favorecimiento de Arbeloa. Por su parte, Guardiola optaba por lo previsible, sin sorpresas.

Sabíamos que, como en todo Clásico, la intensidad iba a reinar nada más comenzar el balón, pero no nos imaginábamos que de tal manera. Un error defensivo de Pique dejaba a solo a Higuaín ante Pinto a los pocos segundos del inicio, pero el Pipita nunca se lo llegó a creer y hacía un descalabro ante el guardameta culé. Y ahí, no acabaría la cosa. El Real Madrid buscaba con garras y dientes el primero de la tarde lo antes posible, mientras el Barcelona intentaba contestar buscando el contragolpe.

Esta vez no decidiría desaparecer Özil, ni mucho menos. Un espectacular zambombazo del alemán desde lejísimos se estrellaría en la cruceta y posteriormente en la línea de gol, llevando las manos a la cabeza a todo madridista. Superaba el Madrid al Barcelona, pero esta vez era la fortuna la que se aliaba con los en cuadro culé. Poco después, Pinto erraría en la entrega, recuperando Higuaín cerca del área pequeña, pero con todo a favor la estrellaba al muñeco, tirando por la borda dos ocasiones de extrema claridad en poco menos de media hora. Optó Mourinho por el Pipita y le salió el tiro por la culata.

Y cómo no, habría tiempo para la polémica. En primera instancia, un balón golpea a Busquets en la mano en el área blaugrana, pero Fernando Teixeira no se dirigiría a los once metros. Posteriormente, Pepe derriba a Alexis en área blanca y el colegiado también haría oídos sordos. Paz para todos.

Cualquiera que no conociese la situación entre estos dos equipos, aseguraría que el partido acabaría siendo blanco. Pero el destino parece pronunciarse de forma clara al respecto. Primer disparo del Barcelona a puerta y gol de Pedro tras un gran pase de Messi; estalla el Camp Nou. Alves lo intenta desde lejos poco después y golazo por la escuadra. La suerte que se le negó a Özil en el 26, se le concedió a Alves en el 47 y el Barça haría del pase del Madrid una gesta heroica antes del descanso.

Anteriormente Teixeira, pluriempleado, se vería en la decisión de otorgar un nuevo penalti al Madrid por manos de Abidal, pero optaba por el concepto de la involuntariedad de forma acertada. Para rematar los primeros 45 minutos, Lass, ya con amarilla, haría una dura entrada a Messi, merecedora de amarilla, pero el colegiado volvería a esconderse ante el enfado del Camp Nou.

Tras el descanso, un Madrid herido saltaba al terreno de juego con un auténtico papelón por delante: tres goles para pasar la eliminatoria y ante el considerado mejor equipo del mundo. Lograría el primero Ramos en un saque de falta, pero Teixeira, acertado, lo anulaba por agarrón de Ramos a Alves antes de que el sevillano enviase el balón al fondo de las mallas.

Volvería a tenerla el Madrid, esta vez por parte de Callejón, pero su desastroso cabezazo, con Pinto batido, no conseguiría avanzar ni un solo metro. Cuando ya el perdón del Madrid parecía no tener fin, llegaría Cristiano para poner los puntos sobre las íes. Recibiría el portugués en el lateral del área y, tras dejar en el suelo a Pinto con una finta, marcaba a placer el primero blanco.

Con 2 goles por delante, el Real Madrid se lo empezaba a creer y Benzemá más que ninguno. El francés supera a Puyol con un sombrero dentro del área y sube el segundo al casillero blanco con una definición de fuera de serie. Se tambalearía la estructura azulgrana tras el tanto y comenzaba a verse a merced de los madridistas.

Tendría el definitivo Benzemá tras controlar ante Pinto, pero Puyol sería más listo y mandaría al traste la oportunidad. Intentaban reaccionar los blaugranas, buscando el gol de la tranquilidad, pero los dos disparos de Messi, el primero de falta, se marchaban fuera de la meta de Casillas.

La emoción se masticaba en el Nou Camp a falta de cinco minutos, cuando Teixeira decidiría bajar el listón. Un salto con el codo extendido de Ramos lo mandaba a la ducha antes de tiempo por doble amarilla, dejando a los blancos con diez a falta de pocos minutos para el final. Se equivocaban los blancos al subir la agresividad en el añadido, parando el juego con asiduidad. A pesar del tiempo perdido, el colegiado decidía no añadir más tiempo y ponía fin al intento de heroica madridista y el Barcelona se convertía en semifinalista de la Copa del Rey.

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