¿Punto y aparte o punto y seguido?
Miguel Ángel Ramírez inició, este miércoles, su segundo mandato como presidente de la Unión Deportiva Las Palmas con propósito de enmienda. Entre su declaración de intenciones apareció la palabra autocrítica, término señalado como método para evitar buena parte de los errores que marcaron su primera etapa al frente de un club que, como él mismo advirtió, no dispondrá de muchas alegrías económicas -al menos sufragadas por el propio dirigente, que esta temporada ha desembolsado 2,5 millones de euros de su peculio- en el futuro inmediato para reforzar su plantilla.
En 2005, con la UD Las Palmas en Segunda B, Ramírez mostró sin reservas su hoja de ruta: en el plazo de dos años el equipo debía militar en Segunda división para, en la temporada 09/10, intentar el asalto a Primera. El primer reto se ejecutó antes de los previsto, ya que en 2006 y tras dejar en la cuneta a Real Sociedad B y Linares, el equipo amarillo regresaba al segundo peldaño del fútbol español, hazaña que reforzaba la idea de aspirar al ascenso a la elite durante el último curso del mandato.
Tras tres ejercicios marcados por la severidad económica y los apuros deportivos para mantener el puesto en Segunda división, Ramírez dobló la apuesta el pasado verano: se tiró de chequera, llegaron refuerzos y se reunió una plantilla -a priori- de peso para estar en la carrera por subir a Primera división. 12 meses después, los resultados reflejan que el tiro le salió por la culata a una UD Las Palmas que, a falta de seis jornadas para el cierre de la temporada, vuelve a pelear por no perder la plaza en la categoría.
Con estos antecedentes, la UD Las Palmas inicia ahora un nuevo proyecto a cinco años vista. Esta vez, Ramírez ha optado por la prudencia y ha optado por ni imponer ni plazos ni marcar objetivos. Además, ha advertido que el nuevo plan en materia económica recupera políticas de austeridad, modelo que, en principio, apuntaba hacia una apuesta decidida por los futbolistas de cantera. Sin embargo, el salto de futbolistas de la cadena de filiales al primer equipo amarillo no aparece, en el horizonte, tan diáfana.
De los 27 futbolistas profesionales que, ahora mismo, mantienen contrato en vigor con la UD Las Palmas, sólo siete (Guayre, Miguel García, Dani López, Juanpa, Assmann, Lamas y Beranger) finalizan su vinculación con el club amarillo el próximo 30 de junio (Pindado, que quedaba libre, se ha ganado su renovación automática al disputar un número concreto de partidos oficiales esta campaña). El resto, entre los que están incluidos jugadores como Armiche, Santamaría o Pedro Vega (cedidos en la actualidad a otras entidades) tienen prorrogada su continuidad contractual más allá del final de la actual temporada.
Puertas abiertas
Salvo en casos concretos (David García, Santamaría, Rondón, los hermanos Suárez o Saúl, en los que se exigiría una contrapartida económica al ser catalogados como activos importantes para la entidad), la UD Las Palmas podría facilitar la salida del resto de futbolistas con el objetivo de abaratar los costes de la plantilla. Las situaciones particulares de cada jugador marcan posturas diferentes (desde la búsqueda de nuevas oportunidades o nuevos retos hasta el planteamiento de la retirada), por lo que se espera un verano movido con respecto al capítulo de altas y bajas.
En la parcela deportiva, además, reaparece la figura de Juanito, que ha marcado la presidencia de Ramírez en la UD Las Palmas. Ex director deportivo y ex entrenador de la entidad, el técnico pasa a formar parte del grupo de asesores del mandatario amarillo. A la espera de que, a nivel público, se definan sus funciones, en principio auditará el trabajo de Óscar Arias (director deportivo), Toni Cruz (secretario técnico) y Manuel Rodríguez Tonono (director de formación y captación).
De cara a la próxima temporada, una de las primeras incógnitas a resolver será la elección del entrenador. Paco Jémez cuenta con ventaja sobre el resto de aspirantes, sobre todo si el equipo amarillo amarra la permanencia de manera holgada. Pero no es el único candidato, ya que se manejan otras opciones que ofrece el mercado. Además, en caso de afrontar la renovación de Jémez, las condiciones podrían variar (para las dos partes) con respecto a las circunstancias en las que se pactaron su fichaje para sustituir a Sergio Kresic.
