El seleccionador de balonmano de Catar cree que sus jugadores pueden compararse con cualquier equipo europeo de alto nivel

El seleccionador de balonmano de Catar, Valero Rivera, que prepara estos días en Lanzarote a sus jugadores para una cita olímpica.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El seleccionador de balonmano de Catar, Valero Rivera, prepara estos días en Lanzarote a sus jugadores para una cita olímpica en la que harán historia, al convertirse en el primer equipo de su país que irá a unos Juegos, y a la que acuden convencidos de estar ya al nivel de los mejores.

“Ya no veo mucha diferencia con el juego europeo. Catar ha demostrado que puede luchar en todos los partidos, que podemos perder, pero también podemos ganar. Al principio sí que habían hábitos no muy adecuados para poder conseguir éxitos, pero el que nos vea entrenar ahora, comprobará que somos como cualquier equipo de altísimo nivel europeo”, manifiesta en una entrevista con Efe.

El equipo técnico de Rivera, del que forman parte otros dos españoles que contribuyeron a la medalla de oro conquistada por los Hispanos en el Mundial de 2013, Manuel Montoya y Ricard Franch, ha catapultado a Catar a los primeros Juegos Olímpicos de su historia.

“Nunca un equipo de Catar, no solo de balonmano, ha disputado unos Juegos. Estamos muy satisfechos de ser los primeros. El objetivo es hacerlo lo mejor posible. Somos un equipo al que todos pueden ganar, porque vamos a enfrentarnos a los mejores, pero también podemos ganarle a muchos. Vamos a ver en qué condiciones físicas llegamos, cómo está el equipo y veremos qué podemos hacer”, analiza.

Al igual que en su camino de preparación para el Campeonato del Mundo de 2015, donde Catar ejerció de anfitrión, y del pasado Preolímpico de Asia, Rivera ha escogido Lanzarote como centro de operaciones para ponerse a punto de cara a una competición que comenzará el 6 de agosto en el pabellón Arena del Futuro, ubicado en el Parque Olímpico de Barra.

La selección catarí está encuadrada en el Grupo A ante los exigentes combinados de Francia (oro en Pekín 2008 y Londres 2012), Croacia (oro en Atlanta 1996 y Atenas 2004), Dinamarca, Túnez y Argentina, mientras que la anfitriona Brasil, Suecia (plata en Londres 2012), Alemania, Polonia, Eslovenia y Egipto competirán en el Grupo B, accediendo a la ronda de cuartos de final los cuatro primeros de cada bloque.

“Hay muchos favoritos en una competición muy difícil. Son 12 equipos de altísimo nivel, los mejores del mundo, y cada partido será muy complicado. Nosotros comenzaremos ante Croacia, dos días después Francia, luego Túnez, Dinamarca y Argentina. Es un grupo extraordinariamente duro, pero el otro también”, comenta.

Este pequeño país del Golfo Pérsico cuenta con muchos jugadores nacionalizados, como el portero bosnio del FC Barcelona Lassa, Danijel Saric, quien ejerce de capitán y es uno de los mejores cancerberos del momento.

“Prefiero no individualizar. Son los primeros Juegos Olímpicos para todos los integrantes del equipo, salvo para el cuerpo técnico. Sabemos que será muy difícil, pero la ilusión de los que han estado y de los que no es máxima. Sin duda, el hecho de que ninguno de los jugadores haya estado en los Juegos nos aporta una tremenda ilusión”, confiesa.

La llegada de Rivera al banquillo catarí ha imprimido al equipo una mentalidad ganadora para erigirse en la primera potencia de su continente, tras obtener la medalla de plata en el pasado Mundial en 2015 y el oro en las ediciones de 2014 y 2016 en el Campeonato de Asia, junto a la victoria en los Juegos Asiáticos al desbancar a la gran dominadora Corea del Sur.

“La irrupción de Catar ha sentado fenomenal en Asia. El hecho de ser subcampeones del Mundo ha dado más posibilidades a otros países asiáticos para estar en el próximo Mundial o para haber estado en los Juegos, aunque, al final, no están, porque hay otras selecciones mejores y han perdido en el Preolímpico”, expone.

El preparador aragonés ha afirmado que la plata mundialista supuso un “impulso” para el país árabe, “algo muy bonito y, a raíz de ahí, se han dado varios pasos hacia adelante”.

“Además, tenemos la suerte de que al emir le encanta el balonmano y el Gobierno nos apoya muchísimo. Lógicamente, la medalla de plata en el Mundial nos ha dado más representatividad en todo”, agrega.

Rivera admite que el balonmano asiático es “diferente” al europeo, aunque asegura que ese aspecto cambiará con la incorporación de las nuevas reglas de la Federación Internacional de Balonmano (IHF).

“Muchos de los equipos asiáticos defienden muy profundos, con un 5:1, pero los europeos lo hacen con un 6:0 o un 3:2:1, como Croacia, más pegados a los nueve metros. Ahora con las nuevas reglas de poder cambiar al portero en ataque, sin cambiar la camiseta, propiciará más situaciones de siete contra seis, sobre todo, cuando la defensa sea profunda. Por eso, esta regla hará que los equipos jueguen más en bloque en la zona de atrás”, aclara.

Sobre la ausencia de España en la cita olímpica este verano, algo que no había ocurrido en los últimos 40 años, Rivera, quien posee una medalla de oro en el torneo mundialista con final en el Palau Sant Jordi en 2013 y otra de bronce obtenida en Suecia en 2011, cree que “no debe hablar” de esta situación.

“No quiero hablar de España y de lo que pueda suceder. Estuve muy bien y siempre con un trato magnífico con Juan de Dios Román durante mi etapa en la selección. Lo siento porque hay jugadores a los que he entrenado y también está mi hijo. De hecho, estuve en Suecia en el Preolímpico y sufrí muchísimo, pero creo que no debo hablar”, explica.

El exentrenador del FC Barcelona Lassa durante 20 temporadas (1983-2003), en las que conquistó seis ediciones de la Copa de Europa y 12 entorchados ligeros, entre otros títulos nacionales e internacionales, ha definido como “fantástica” la evolución de su hijo Valero Rivera Folch, quien retornará al equipo azulgrana 11 años después para los próximos tres ejercicios, tras deslumbrar en el Nantes francés.

“Creo que fue un acierto la decisión que tomó en su momento de dejar España e irse a jugar a Francia. Han sido seis años maravillosos y la verdad es que le ha ido fenomenal. Esta experiencia le ha hecho mucho mejor jugador y ahora vuelve al Barcelona siendo el mejor extremo izquierdo del pasado Mundial y de la presente edición de la competición francesa”, argumenta sobre su hijo de 31 años.

Dentro de su exigente plan de trabajo, con tres sesiones diarias, Catar celebra hoy, domingo, a partir de las 11.00 horas en el pabellón de Teguise, un entrenamiento conjunto con un cuadro compuesto por los mejores jugadores canarios.

“Hace 30 años que vengo asiduamente a Lanzarote, porque me da paz y se trabaja de forma fenomenal. Estamos en el Club La Santa, un sitio extraordinario y uno de los mejores del mundo para que los equipos profesionales puedan trabajar”, manifiesta.

Rivera admite que tanto sus jugadores como sus compañeros en la dirección deportiva de la emergente Catar están “bien y satisfechos” en la isla.

“La tranquilidad y el clima ayudan mucho. Lanzarote es una isla maravillosa”, apostilla.

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