Espacio de opinión de Canarias Ahora
Alto, pero con patas cortas
Nuestro ministro ya se codea con los grandes. Está a la altura de Cameron, Putin, Macri, la infanta Pilar y el primer ministro de Islandia, que ya dimitió del cargo tras negarlo tres veces antes de que cantara el gallo. Lo mismo que negó al principio, aunque luego lo reconoció, el primer ministro británico, que estuvo esta semana santa pasando unos días de vacaciones en Lanzarote, aunque tuviera la precaución, al contrario que Soria, de no alojarse en un hotel ilegal.
El político más chiripitaflautico de Canarias lo ha conseguido. Ya ha logrado ser tan famoso como Pedro Almodóvar, Vargas Llosa, Imanol Arias o Bertín Osborne, que es el cantante al que más se parece. José Manuel Soria es todo un artista, al contrario que su hermano Luis, que es un pobre aficionado.
Al hermanísimo Luis Alberto (esto parece un culebrón venezolano, y quizá lo sea) lo han pillado con el carrito del helado. Su nombre está, como el del ministro, en los papeles de Panamá, y ahora los dos buscan un sastre para que les haga un traje con los retales del premio al mejor vestuario.
Soria está en los papeles de Panamá, pero no pasa nada porque él ha dicho que todo es mentira… salvo algunas cosas, que apostillaría Rajoy. El presidente del Gobierno, sus ministros y los voceros del PP se han apresurado a salir al paso para respaldar unánimemente al ministro. Casado, Guindos, Margallo, Catalá y Cospedal han dicho que las explicaciones del ministro les ha convencido. Pues vale, aquí no ha pasado nada. Total, como el gobierno está en funciones. Lo que nadie entiende es por qué no funciona un gobierno en funciones. Al menos podría ofrecer una explicación en diferido, como hizo en su día Cospedal en una rueda de prensa de lo más surrealista.
España está llena de patriotas de hojalata que evaden impuestos y son insolidarios con sus compatriotas, pero eso sí, luego son más españoles que nadie. Muy españoles y mucho españoles, como diría Rajoy. Como muy bien expresó Fernando Montecruz en su tira humorística de La Provincia: esos españoles que tienen sus ahorros en Andorra, la cuenta en Suiza y los papeles en Panamá y luego cantan aquello tan nuestro, folclórico y cutre de “yo soy español, español, español...”.
Soria debe estar contento porque podría haber sido peor. Tuvo la suerte de que lo suyo se supo el mismo día de la detención de Mario Conde y la victoria de Las Palmas en Riazor. Eso eclipsó un poco la noticia en la que él era protagonista y tuvo que compartirlo. Hay días en los que es mejor no levantarte. ¿Para qué? Aunque Soria prefiere emular a Mourinho cuando le preguntan por lo suyo, si sabe por qué aparece su nombre en los papeles: ¿por qué, por qué, por qué? Si no lo sabe, no sé por qué contesta. A este hombre siempre le gustó el teatro. Lástima que interprete de forma tan sobreactuada.
Soria es muy alto. Lástima que, como la mentira, tenga las patitas tan cortas.
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