Espacio de opinión de Canarias Ahora
Los bordones no se tocan
La tentación de sujetar todos los movimientos ciudadanos está presente mediante el autoritarismo que exhibe el gobierno, digamos, que Central.
La guerra desatada contra las manifestaciones de los usuarios de internet por parte del Ministerio del Interior parace abocada, una vez más, a la temida y temible prácticar de llevar ante los Tribunales de Justicia cualquier modificación conductual ciudadana. Legislar a cogotazos.
Se trata de poner puertas al campo, porque salvo unos pocos, el anonimato preside las actuaciones de la mayoría de tuiteros. Cógelo Cuco.
La importancia que desde las alturas celestiales del gobierno se le de a las manifestaciones vertidas en la red no hace más que ampliar el foro del debate y la propagación rápida de mensajes absolutamente repugnantes. Pero hete aquí que, por otro lado, la relevancia de la hipocresía del gobierno, es sencillamente mayúscula. Ahora estamos a vueltas con las amenazas de muerte a políticos y el cabreo de los aficionados madridistas contra los judíos. La respuesta es más tonta que las afirmaciones. ¡Cuantas veces no habrás echado sapos y culabras por la boca! ¿Rebobinamos la historia? No merece la pena. ¿Tel Aviv está en Europa?
La conversión, con asentimiento aplaudido, de un ataque a Irak en un derramamiento contínuo de sangre, no debería dejar impune al autor político de quienes los promovieron, especialmente el jefe del gobierno entonces, el sr. Aznar. Este ex presidente fue el que proclamó a los cuatro vientos que con el ataque sobre Irak se arreglaría el problema palestino. ¡Palabra de Aznar! La vaciedad de un sepulcro.
De aquello parace no hablarse demasiado, más bien poco o nada, de la situación de guerra permanente en Oriente Medio, de la humillación constante de los palestinos sometidos a ocupación por el estado sionista de Israel apenas unas lineas. Cuando cae un palestino es una muerte, incluso a balazos por la espalada, como ha ocurrido hace escasos días; la muerte así testimoniada no es un asesinato, es una muerte sin más.
La doble o triple vara de medir evidencia una hipocresía sin límites.
La persecución de chorizos internacionales ha quedado en nada, en la más completa impunidad ante las leyes españolas, los homónimos españoles gozando de la lentitud judicial ad hoc, palizas execrables a menores quedan archivadas por prescripción en tiempo. Nos tienen contentos, si, muy contentos.
Si se te ocurre golpear a un policía o iniciar la huída por una infracción de tráfico se trata de una falta; y es que hay que ver como se las gasta esta justicia. El poder de Esperanza Aguirre, investida eso sí de una nula autoridad moral. Anda que si se llamara J.Rodríguez, por suponer.
El caño que le ha hecho el aspirante Arias del PP a las mujeres ha sido de escándalo. Y fiel a la biblia del PP (If, Kipling) no pide ni pedirá disculpas jamás. La convicción delirante opera en aquel partido.
Hábilmente han llevado el debate europeo a un asunto de machismo y de lo que no se habla es de Europa; y todos contentos.
Diversos experimentos científicos en Psicología, en la década de los cincuenta, han puesto de manifiesto la enorme capacidad del ser humano de aceptar, acatar y llevar a cabo auténticas barrabasadas ordenadas por un tercero, llámese gobernante, superior militar, autoridad moral, etc. Miles de alemanes nazis entonces, de sionistas actuales, de norteamericanos actuantes en liquidación de enemigos mediante asesinatos sin juicios, etc., han cometido atrocidades “por orden de”, incapaces de oponer resistencia a requerimientos contrarios a la moral, ética o deontología. Lo saben los que gobiernan porque no serán tan tontos como para no asesorarse con profesionales de la conducta humana.
Y dice Soraya Sáenz que la calle está contenta, que hay alegría. Sería en la Feria de Abril de Sevilla o víctima de unas copas, de las que se toma, cuando y cuanto quiera, quién se lo va a decir, modelo Aznar. Anda, vaya usted a hacer un reportaje con los periodistas de investigación, sin escolta, y me cuenta el de caperucita roja.
Un abogado con uso habitual de sombrero dijo, caliente como una mona porque le habían levantado el cliente, que aunque el delito prescribió, se había cometido. Ahora vas y lo cuentas al Juez de instrucción.
Aquí, en nuestra España, “agua que no has de beber déjala correr”, y “ya amainará”.
Lo que debe estar en la linea más elevada del lóbulo frontal nuestro es la capacidad de resistir y la decidida vocación de transformar esta sociedad. Me niego a dejar a mis descendientes esta sociedad actual.
Volveremos a hablar del IBI, del catastro y sus discrepancias.
No obstante sr. gobernante le ruego que no me siga tocando los bordones.
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