La defensa de los caminos públicos y de la democracia por Victoria Casas

Tenía que ser por fuerza los primeros días de enero, cuando Saro Peñate me llama como vecina del pueblo y me adelanta por teléfono parte de su lucha. En la voz de aquella mujer noté que era tal el sufrimiento y desesperación que padecían que aquella llamada se tornaba en urgente, a pesar de que era un viejo y largo problema que seguro que yo como concejala en la oposición, no podría solucionar.

Inmediatamente quedamos para el día siguiente, no lo olvidaré nunca porque era el día de Reyes. El 6 de enero de hace unos cuantos años, me encuentro en el camino que va a las Meleguinas, con cámara de fotos en mano, intentando comprender?..por una parte como una familia podía batallar tanto, dedicar tanto dinero y esfuerzo a una lucha que según me relataba Saro no era para obtener nada para ellos, sino algo que pertenecía a la comunidad, al pueblo. Y por otro lado no entendía como un particular se había podido apropiar de algo que era de todos, y los políticos y mandamases de turno no habían hecho nada por impedirlo.

Apenas llevaba unos meses de concejala y creía que el cumplimiento de la ley y la justicia social era lo que perseguían todos los que se dedicaban al servicio público, por eso no entendía nada cuando aquella mujer con los ojos llenos de lágrimas me contaba. Como habían sido humillados, maltratados y vejados por los gobernantes de turno. Como la propia policía los desalojaba del camino como si fueran maleantes que intentaban apropiarse de algo de otros. Como había sufrido incluso una aparatosa caída con fractura de cadera, uno de sus familiares intentando defender lo que era de todos.

Apenas intentamos recorrer unos metros del camino, cuando nos encontramos, vallas, cercas y lo peor de todo, nos soltaron hasta unos perros. Sinceramente?yo no salía del asombro. Mi cámara de fotos no podía reflejar, ni lo que estaba pasando, ni nuestra impotencia, ni el sentimiento de humillación que ese momento sentí. No dejaba de preguntarme como habían podido soportar esa lucha tantos años. Y mientras tanto, el pueblo, la sociedad en general disfrutaba de la tranquilidad que da el ignorar un problema o el no quererlo conocer.

A partir de aquel día, mi empeño por saber al dedillo lo que sucedía, me mostró que todo lo que ellos me contaban era cierto, o incluso se quedaban cortos, porque en el ayuntamiento nadie facilitaba en lo más mínimo el acceso a los expedientes y menos aún la reivindicación de la familia Peñate. Es más, todo apuntaba a que intentaban dinamitar o por lo menos ignorar en el mejor de los casos, su causa. Ni siquiera las sentencias favorables hacían que los gobernantes de turno reconocieran el derecho de un pueblo sobre el camino que une Santa Brígida con las Meleguinas.

Ningún color político hizo esfuerzo por apoyarlos siquiera, solo la capacidad de lucha de esta familia logró que algo que era del pueblo quedara en manos de sus vecinos. No voy a contar cuantas conversaciones tuve con Saro que me mostraba el coraje y la unidad de todos ellos. Cuantas mostraba el dolor y la desesperación, incluso en cuantas ocasiones me mostró la desesperanza de sentirse incluso traicionados, pero sí voy a contar cuantas veces me dijo que pensaban en tirar la toalla..NI UNA SOLA VEZ., jamás la escuché dudar de que esa batalla era justa y que llegarían hasta el final.

Solo nos queda tomar nota de esta mujer, de esta familia entera que luchó durante 40años años contra el caciquismo, contra la injusticia y el abuso de poder, solo a favor de nuestra comunidad. Solo para recuperar la titularidad pública de un camino y el derecho a transitarlo todos.

Y por eso estaré del domingo a las 12 en esa concentración, para agradecerles que hayan dado la cara por todos nosotros, el dinero que no tenían y que invirtieron en abogados y procedimientos judiciales, para devolver al pueblo el camino Satautejo a las Meleguinas. para disfrute de nuestros hijos y nietos, y el esfuerzo y energía de todos ellos para ejemplo de las generaciones venideras. Estaré allí porque son un orgullo y ejemplo para Santa Brígida y para todos los que en este pueblo vivimos.

Gracias Saro, Gracias a todos los Peñate.

Victoria Casas