Canarias: el Gobierno de don Pepito

Don Pepito Rodríguez trataba a Gran Canaria en sus infumables editoriales como “la tercera isla”. Aprovechando la comparación de las distintas superficies de las Islas la colocaba, no solo detrás de Tenerife, eso estaba descontado desde un principio, sino también de Fuerteventura.

Y esa dimensión territorial la elevaba a otros ámbitos, procurando además colocar en sus escritos todo tipo de insultos a la isla –a la que denominaba Canaria, “isla de los secarrales, el territorio más desangelado del Archipiélago…”- y a sus habitantes- “a los canariones ni agua, y con los canariones ni a misa”.

Su visión de Canarias era, hay que reconocerlo, absolutamente clara: seis satélites orbitando alrededor de una isla central y hegemónica. Todo regado con unos toques de racismo, xenofobia y homofobia. Y algunos –como el pleno del Cabildo de Tenerife, es decir CC, PSOE y PP- lo propusieron para el premio Canarias de Comunicación 2007.

Realidad

El sueño de don Pepito acaba de hacerse realidad en el nuevo Gobierno de Canarias que preside Fernando Clavijo. Presidencia y Vicepresidencia para Tenerife, algo insólito en toda la historia autonómica. Y en el reparto de consejerías solo dos para la isla de Gran Canaria, las mismas que para Fuerteventura, y cuatro para Tenerife.

En el Parlamento de Canarias apoyan a este Ejecutivo solo 4 de los 15 diputados por Gran Canaria, muy lejos de los 10 de Tenerife o los 5 de Fuerteventura, igual cifra que Lanzarote y La Palma. Equilibrio, puro equilibrio.

Al margen de que, si no hay moción de censura a lo largo de esta legislatura, se cumplirán 16 años seguidos con presidentes tinerfeños; cuatro Adán Martín, ocho Paulino Rivero y cuatro Fernando Clavijo. Para que no se produzcan equívocos podían incluir en el reformado Estatuto que “preferentemente” el presidente será una persona nacida en Tenerife y de Coalición.

En el global de la historia autonómica, cuando finalice la actual legislatura Gran Canaria habrá ocupado la Presidencia trece años y Tenerife 23. Equilibrio puro, puro equilibrio.

Reforma electoral

Y estén tranquilos: no habrá reforma electoral y, en todo caso, podrían tocarse levemente las barreras de acceso. Lo de la triple paridad es un dogma incuestionable e inmodificable. Y lo de un hombre/una mujer, un voto, en Canarias es un desagradable chiste de humor negro que no va a investigar fiscalía alguna.

Es verdad que esa forma de entender las cosas está en los genes de CC. Pero ahora el PSOE lo acaba de redondear con la conformación de un nuevo gobierno en el que Gran Canaria está claramente infrarrepresentada. Y en el que, por cierto, la oposición tiene más apoyo ciudadano en votos (53.000 más) que los grupos que apoyan al Ejecutivo.

Don Pepito, póstumamente, ha cumplido su anhelo.

Lo que nunca pudo imaginar el insigne editorialista es que los socialistas canarios fueran los colaboradores necesarios de semejante situación de desequilibrio.

Lamentablemente, el sueño de don Pepito constituye una auténtica pesadilla para los que creemos en una Canarias equilibrada, unida y solidaria.