De carriles bici y seguridad

El orden del día del pleno municipal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria del mes de septiembre, al ser el primero después del verano, fue flojito, vamos, que no tenía temas candentes, salvo el picante de algunas de las mociones que introdujo la oposición.

En una de ellas, presentada por el grupo municipal socialista, relativa a la implantación de nuevos carriles bici, se pedía replantear el trazado de algunos de ellos para mejorar la seguridad de los usuarios. Se refería concretamente al nuevo carril bici que va desde Olof Palme hasta el final de Secretario Padilla, en contra de la dirección del tráfico, y que es unidireccional (no se puede volver por él).

De este nuevo carril bici me habían llegado noticias, unos días antes, a través de mi hijo mayor y de uno de mis nietos, usuarios habituales de la bicicleta los fines de semana. Me contaron el miedo que se pasa circulando por dicho carril, no solo porque los coches que circulan en sentido contrario van, en mucho casos, pisando la raya del carril bici, sino por los que salen por las calles que desembocan en Secretario Padilla y miran hacia el tráfico rodado – o sea, hacia la derecha – se olvidan de mirar a la izquierda, por donde vienen los ciclistas del carril bici.

Me fui a recorrer (paseando) el todavía proyecto de carril bici desde Franchy Roca hasta el final de Secretario Padilla, y comprendí perfectamente los miedos que me contó mi familia y la moción del PSOE municipal. Después de ver el carril bici unidireccional desde Olof Palme, por Secretario Padilla hasta el final de la calle, entiendo menos aún las explicaciones que dio el portavoz del PP, Ángel Sabroso, en el pleno. En no menos de dos ocasiones justificó la implantación del carril bici en cuestión porque “había sido estudiado por arquitectos, ingenieros y técnicos cualificados”, como si esa fuera la mayor garantía de que el trazado del carril bici estuviera correcto.

Los arquitectos, ingenieros y técnicos también estudiaron el aparcamiento de coches en primera fila de la playa de Las Canteras, en La Cicer, y ahora lo están derrumbando sin que nunca hubiera aparcado un coche en él. Por encima de las consideraciones técnicas están las humanas y racionales. Cualquiera que dé un paseo por la calle Secretario Padilla comprobará que el carril bici es muy estrecho, que los coches lo invaden continuamente porque no hay vallas de separación y que los que salen por las calles trasversales pueden ocasionar más de un accidente.

Hubo otra moción presentada por Nueva Canaria, en la que se pedía al Ayuntamiento impulsar una reunión urgente con la Delegación del Gobierno, Policía Nacional y Guardia Civil, a fin de “analizar y tomar las medidas adecuadas para reducir los índices de criminalidad en la ciudad”.

La moción reproducía los datos del informe del Ministerio del Interior del Gobierno español, comparando los índices de criminalidad del primer semestre de 2014 con los del primer semestre de 2013 que son los utilizados por EUROSTAT (la oficina de Estadísticas Europea).

Según el informe, en el primer semestre de 2014 en España, el número de delitos y faltas había disminuido en un 4,4% y en Canarias el descenso fue del 5,5%. En cambio, en Las Palmas de Gran Canaria aumentaron en un 9,5%, siendo los que más se incrementaron los robos con violencia e intimidación, los robos con fuerza y la sustracción de vehículos.

Nueva Canaria, en base a los datos aportados por el Ministerio del Interior español, solicitó que se aumentase la plantilla de Policía Municipal en al menos 125 efectivos para alcanzar la ratio de 1,8 policías locales por mil habitantes, que es la recomendada por la legislación española sobre seguridad, y que actualmente está en 1,5 (571 agentes).

Como el responsable de seguridad del grupo municipal del PP, Claudio Alberto Rivero, ya no se sienta en el pleno, tuvo que contestar a la moción su portavoz Ángel Sabroso que, a fin de quitarle importancia a la moción, tuvo la ocurrencia de decir (refiriéndose al Informe del Ministerio del Interior) que “se trata de un informe semestral sin ningún tipo de profundidad y rigor”. ¡Ahí queda la frase para la posteridad!

También dijo que con la incorporación de los nuevos agentes de movilidad (40) sería suficiente para garantizar la seguridad en la ciudad. Con lo que le dio una hermosa patada a la ratio recomendada por la legislación española sobre seguridad.

Las Palmas de Gran Canaria es, en líneas generales, una ciudad segura, y hay días en que el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Ángel Sabroso, no está especialmente inspirado (o no durmió bastante la noche anterior).