Espacio de opinión de Canarias Ahora
Tener más o deber menos
Para elevar la potencia de las endorfinas asistiremos a una época de gasto y de acumulación de deudas. Es cierto que cada año comienza antes, pero no por una concienciación social de amabilidad y solidaridad caritativa generalizada, sino por una aspiración de potenciar el consumo y así cerrar las cuentas de pérdidas y ganancias con saldos positivos. De hecho, en épocas de contracción económica, se produce un alargamiento en el proceso de compras para no concentrar los gastos en pocas fechas. La exuberante irracionalidad a la que la población se entrega en determinados procesos alcanza cotas importantes porque, en estos meses, se compra lo que nos hace ilusión, sin valorar de forma predominante el utilitarismo de estas. El bombardeo publicitario del sistema en donde te surgen necesidades en lugares recónditos de tu vida, en donde ni siquiera te lo habías planteado, es el secreto del éxito.
Año tras año se van sumando canales de comercialización y se espera un cierto incremento en la cifra de negocios, aunque serán unas navidades donde el miedo absoluto deja paso a una alta incertidumbre, mientras que se asiste a una caída de los precios como puerta trasera para no disminuir las ventas. Ahora se nota la lenta pero progresiva recuperación, de forma que se prevé que se incrementen las ofertas de empleo relacionadas con la alimentación, logística y distribución. Ojalá el ritmo de consumo y producción se pueda mantener de forma estable a lo largo del resto del año 2021, pero para eso tenemos que disponer eslabones de arrastre en todos los sectores económicos que sí pueden mantener la cadencia. Además, el factor cualificador puede provenir de las mejoras que el propio demandante de empleo pudiera hacer a través de todas las aptitudes transversales que pudiera desarrollar.
Ahora bien, tengamos en cuenta que, una cosa es el presupuesto para el consumo, que se estima que puede situarse alrededor de los 450-500 euros/persona de media, y otra cosa es el gasto efectivo que se eleva gracias a las emociones incontroladas. No obstante, hay que tener en consideración que las tasas de ahorro precaucional se han incrementado, lo que puede provocar un latigazo a la demanda. Por eso, es tiempo de dar libertad a nuestros sentimientos, por lo que regalen, consuman y celebren, pero también sobrevivan, que después quedan más cosas por hacer porque no se trata de tener más, sino de deber menos.
Se asistirá a un cambio de patrón de comportamiento de forma que se adquirirá más desde el salón que desde un mostrador debido a las limitaciones de aforo, movilidad y resto de circunstancias que la pandemia provocada por el COVID ha generado. Es decir, se digitalizará el proceso de compra. Por ello, si se pretende captar cuota de mercado, la tecnificación de la oferta es imprescindible. Pero no todo hay que centrarlo en lo tangible. El concepto confianza estará impreso cerca del precio porque la sociedad de consumo se ha vuelto sensible a la relación precio/calidad.
De facto, tengamos en cuenta que el 85,37% de las empresas radicadas en las Islas tienen a menos de diez personas trabajando, de las cuales 29.718 empresas solo tienen entre una o dos personas contratadas. Por ello, la falta de economías de escala tanto en los mercados internos como externos, debido el insuficiente número de empresas que la propia Unión Europea denomina como grandes, es decir, con más de 250 trabajadores, donde solo representa el 0,36% del total, origina una necesidad de plantear una estrategia diferenciada. Eso sí. Para empezar, al menos hay que tener una estrategia…
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0