Podemos, las cabras de la discordia y el Parque Nacional del Teide

Se ha publicado en distintos medios de comunicación un artículo de opinión firmado por Roberto Gil-Hernández Consejero de Podemos en el Cabildo de Tenerife en el que aboga por “un nuevo Parque Nacional de El Teide” para humanizar (?) el patrimonio. También estos días circula un manifiesto firmado por una gran cantidad de científicos y profesores universitarios, entre ellos el consejero y portavoz del grupo Podemos en el Cabildo Fernando Sabaté, apoyando las medidas tomadas por la Administración para erradicar las cabras asilvestradas de los espacios protegidos por el considerable daño que causan al patrimonio natural. Lo curioso del caso es que estos dos políticos del mismo partido defienden posturas contradictorias, el primero apuesta por volver a introducir el pastoreo de cabras y, por si esto fuera poco, también de camellos en Las Cañadas. El segundo, su jefe de filas, se alinea con quienes creemos que la preservación de nuestra flora endémica justifica la prohibición de la actividad ganadera en estos espacios y la desaparición de los ejemplares asilvestrados. Es un claro ejemplo de que los hábitos de la vieja política, defender al mismo tiempo una cosa y su contraria, también afecta a partidos que se presentan como representantes de una nueva forma de hacer política. Se puede discutir, y el debate está en la calle, la forma en que se afronta el problema del ganado guanil, pero lo que científicamente no admite discusión es el gran impacto que está teniendo estas cabras en el territorio, algo que el firmante del artículo es evidente que desconoce, demostrando en su escrito una grave carencia de información científica sobre este problema.

Desde el año 1986 el PRUG de El Teide reconoce las graves consecuencias que tiene la presencia de otro herbívoro, el muflón, y por eso contempla su eliminación. Los “viejos” partidos no han hecho lo necesario para que desaparecieran de nuestras cumbres y, en la práctica, se han puesto del lado de los cazadores y no de los protectores de nuestro patrimonio natural.

El pastoreo en Las Cañadas se prohibió desde el momento en que se creó el Parque Nacional pues era una actividad incompatible con el objetivo primordial de esta figura jurídica: la conservación de su flora, fauna y gea y todas las otras actividades que puedan desarrollarse en su interior quedan subordinadas a este fin. La añoranza de cabreros insignes, de tradiciones y prácticas mágico-religiosas, no son argumentos asumibles cuando lo que se pretende es la conservación de las especies naturales, precisamente, es la razón por la que El Teide y Las Cañadas fueron declarados como parque nacional. ¿Qué quiere decir con que hay que adecuar al signo de los tiempos este espacio natural? ¿Cuáles son los signos de los tiempos y quienes lo deciden? Desde luego, no han contado con la opinión y los argumentos de ATAN. Durante los años en los que fuimos representantes de los grupos ecologistas, uno de nuestros caballos de batalla en el Patronato fue, y es, la erradicación de los herbívoros, en concreto del muflón, especie introducida en 1971 y que los científicos han demostrado los daños que causan en la vegetación del parque, hasta tal punto que han tenido que construirse vallados para preservar de la extinción algunas especies, como el cardo de plata.

Tampoco se entiende que quiere decir este político de Podemos cuando afirma que el Parque está paralizado por una mitología estéril y una gélida (?) burocracia. Lo que está paralizado, no por la cálida o gélida burocracia, es la eliminación de los muflones. El Teide no es un museo de la naturaleza, ni como tal está concebido, es un espacio de gran valor con un patrimonio natural muy singular y frágil. Tampoco se entiende que los usos tradicionales “asociados a las clases populares” hayan sido prohibidos en favor de actividades más rentables, puesto que en un parque nacional no se pueden aplicar criterios de rentabilidad, sólo de conservación y por tanto cualquier uso que pueda interferir con la preservación de estos valores debe ser prohibido. Habla de un pasado de incomprensión, pero no dice que es lo que ha sido incomprendido ni por quienes. ATAN ha denunciado la falta de transparencia del Patronato, la ausencia de información por parte de sus integrantes y desconocemos que ha dicho o hecho Podemos a este respecto.

Creemos que opiniones y actitudes como esta solo contribuyen a dificultar los problemas de los espacios naturales protegidos y a su correcta gestión. Que consulte al líder de Podemos en el Cabildo y aclaren sus propuestas, es lo que nos merecemos los ciudadanos.