Rajoy en su salsa

Pensé titular el artículo “Rajoy en su mojo”, pero enseguida me di cuenta que era una petulancia por mi parte, hacer propaganda subliminal de mi mojo, tale y cuáles. Así que lo dejé en plan españolista “en su salsa”. En realidad la salsa de Rajoy es la indefinición, no se sabe nunca si dice sí, o dice no, si blanco o negro, y me dice una garganta profunda mía madrileña que Felipe Borbón se puso lívido cuando Rajoy le dijo que sí se iba a presentar a la investidura, pero que a lo mejor si no tenía los apoyos suficientes, decidía a última hora que no. En realidad Rajoy está vacilando con el personal y las instituciones, incluida la Casa Real y tal, desde que le estalló el escándalo de Luis Bárcenas “el cabrón” en enero de 2013. Por esas fechas un periodista avispado y entrometido le preguntó si eran ciertos los sobresueldos que cobraban los dirigentes del Partido Popular, incluido el propio Rajoy, y el presidente le contestó: “Si hombre, lo que usted diga”. Ni sí, ni no, ni/ni.

Más tarde, cuando le preguntaron si era verdad lo de la corrupción generalizada del Partido Popular, contestó: “no es cierto, salvo alguna cosa”. En realidad Rajoy a veces no sabe si es Rajoy, y ahora mismo no se sabe que le va a proponer a Pedro Sánchez y a Albert Rivera, obviando que Sánchez le dijo en su cara que era un indecente, y Rivera repetidas veces le ha dicho que es un indeseable y se debe apartar para dejarle la presidencia a otro colega del PP, y dos ostras de Noia. Puedo reconocer y lo reconozco que es un tipo muy hábil, capaz de estirar su indefinición hasta el infinito, y se ha inventado un plan oratorio y hasta dialéctico, muy simple, que es esconderse en expresiones que no te llevan a ninguna parte. Ni/ni, y última pregunta por favor. En este punto de reflexión en una terraza de mi querida playa de Las Canteras, la vecina del quinto llega y se sienta dispuesta a echarme otra de sus filípicas.

“Le veo últimamente muy simpatizante del Partido Popular, y le puedo decir y le digo que Sánchez no aceptará pactar con Rajoy, ni siquiera la abstención en segunda votación. Vamos a las terceras elecciones en diciembre, y como Rajoy siga riéndose de la oposición y de Felipe Borbón, a lo mejor serán en Navidad, y yo con los turrones y las compras para los niños. Me hace gracia que muchos de sus colegas tengan pánico a unas nuevas elecciones, a mí me parecen formidables, con Franco no se podía votar, y con el PPSOE y el bipartidismo era muy aburrido, tanto montaba tanto PP como el PSOE. Le voy a dar una noticia que me han dicho desde Madrid, que yo también tengo mis informadores, Pedro Sánchez le va a hacer un corte de mangas a Felipe González como una catedral, irá a las terceras elecciones y pactará con Unidos Podemos, con vascos, catalanes, cubanos, venezolanos, rusos, chinos, norcoreanos, y con Dios, Alá y Jehová”.

Al llegar a esta insidiosa y subversiva comunicación, le digo que mis informes fidedignos me afirman que Pedro Sánchez se abstendrá en la segunda sesión de investidura. Salta como una fiera. “¡Pedro no puede ceder, se hundiría el PSOE en plan PASOK y PSI italiano!. Hombre, no me diga eso, si su admirado Felo Monzón lo oyera. Eso lo haría Juanito Rodríguez Doreste, que se apuntaba a un bombardeo hasta con Eufemiano Fuentes, pero Pedro Sánchez no es accidentalista, es un verdadero socialdemócrata, y además republicano”. Le digo que está equivocada, que espere y ya verá, y se pide otro gintonic. “Mire, usted mucho informador en Madrid, Barcelona, Vitoria/Gasteiz, Cuenca y Badajoz, y no se entera de nada. Ya verá que tendremos un gobierno chachi con Pedro Sánchez de presidente, Pablo Iglesias de vice, Arnaldo Otegui de ministro del Interior, y Oriol Junqueras de Exteriores, Y elecciones cada seis meses, que con Franco no había ninguna”.

De momento, Rajoy sigue en su salsa, y yo con mi mojo.