Los tres golpes

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida… Decía Rubén Blandes en la canción Pedro Navaja. Pero ¿cómo se configuran dichas sorpresas? Pues a base de golpes. De hecho, de forma específica, tres. El primero de ellos te lo formula el cambio, ya sea por ascenso o por traición, de tu entorno más cercano, en donde aquellos bastones sobre los que te asías de forma plenamente confiada se quiebran hasta perder toda fiabilidad. A partir de ahí, para intentar sobrellevar las nuevas circunstancias, se decide entrar en una dependencia narcotizante que haga olvidar las repercusiones del nuevo nivel. Y dicha supeditación, tanto voluntaria como involuntaria, hace que el resto del entorno existente termine por desaparecer como si de una difuminación acelerada de unos círculos concéntricos se tratara apareciendo, por lo tanto, el tercer golpe.

En un periodo como el actual, teniendo algún minuto más de tiempo libre y más con la toma de decisiones que nos toca tomar en un futuro cercano, qué mejor que inspirar y actuar de forma reflexiva, haciendo un examen de conciencia para saber qué es lo que nos ha traído hasta aquí y hacia dónde pretendemos ir, tanto desde una perspectiva individual como colectiva. En ese caso debemos escrutar nuestro interior buscando el método más profundo y efectivo. No se trata de fomentar la angustia por lo que pudo ser y no fue, sino el reconocer con sinceridad y confianza si el esfuerzo desarrollado fue el máximo a la hora de solventar los problemas o de afrontar los retos. Se ha de escudriñar que, en ocasiones, es nuestra propia vida la que parece desviarse, fruto de decisiones equivocada o simplemente de nuestras debilidades. Pero siempre se puede volver a empezar. Eso sí, con las cicatrices de las heridas que la historia nos ha hecho.

No será necesario estar horas y horas en la posición del loto y menos si nuestras rodillas han perdido la flexibilidad que la juventud nos regala. Con unos pocos minutos será suficiente. Una vez decidido hay que tener un procedimiento para evitar distracciones innecesarias que nos haga perder eficacia. En primer lugar, pongámonos ropa cómoda, elijamos un sitio donde las perturbaciones sean mínimas a la vez que el entorno sea agradable tanto en temperatura como humedad, apaguemos todos los dispositivos móviles y comencemos a pensar donde implica tener una actividad global del sistema cognitivo con intervención de los mecanismos de memoria, atención, procesos de comprensión, aprendizaje y el propio procesamiento de la información.

Tengamos en cuenta que vamos a llevar a cabo el método adecuado para formar tanto las ideas como las representaciones de la realidad en nuestra mente, generando recuerdos y creencias en movimiento, relacionándose entre sí. Esto último significa que, queramos o no, estamos inundados de las emociones suponiéndonos un esfuerzo que normalmente aparece cuando nos enfrentamos a un problema. De hecho, generamos pruebas de laboratorio en donde intentamos anticipar las consecuencias de una conducta sin realizarla o de intentar resolver los inconvenientes generados si ya la hemos hecho junto a unos resultados que no han sido los esperados. Esto es lo que nos debe tranquilizar a la hora de saber que todas las candidaturas presentadas, y las que se van a presentar, para formar parte de los diferentes órganos de decisión de las instituciones públicas en los próximos comicios ejecutan este ejercicio de introspección para saber qué es lo que las ha traído hasta aquí, en qué han fallado y como mejorar. ¿O es que les mueve otra cosa?