Si atentemos a las soflamas del Partido Popular y de su gran timonel, José Manuel Soria, el negocio de Repsol y de los que a su alrededor revolotean, está en el alero. Las primeras informaciones proporcionadas por Los Verdes sobre las catas que la petrolera escocesa Cairn Energy empezó a realizar en octubre frente las costas de Marruecos, al norte de Lanzarote, arrojan resultados negativos: las prospecciones realizadas en el bloque Foum Draa, a 120 kilómetros de tierra y a 1.500 metros de profundidad, con una perforación de más de 5.200 metros, han concluido con el taponamiento y abandono de la exploración. Dice la compañía que huele a petróleo, pero que aquello no vale la pena, así que se trasladan a otra de las cuadrículas autorizadas por el vecino, la conocida como Juby Marítimo III, a ver si hay más suerte. Es el momento, cómo no, de rememorar aquellos augurios de Astrid Pérez, parlamentaria regional y presidenta del PP de Lanzarote, que el 29 de noviembre decía que “el debate sobre prospecciones sí o prospecciones no, lo ha finalizado Marruecos al iniciar las catas en la misma cuenca donde lo hará Repsol en 2014”; o María del Carmen Hernández Bento, delegada del Gobierno, que el 12 del mismo mes se lamentaba de que “Marruecos nos lleve la delantera” por haber autorizado catas en “una zona muy cercana a donde se van a producir las dos prospecciones exploratorias de Repsol”. Sin olvidar, claro está, el apelativo de gilipollas que el diputado popular Manuel Fernández dedicó a los canarios que no respaldan la explotación petrolífera en los alrededores de Canarias. Todo ello, por supuesto, destinado a fijar en la opinión pública la falaz creencia de que todo el petróleo que consiga sacar Marruecos se restará de las reservas que pudiera o pudiese sacar Repsol. El soniquete lo vino a desmentir en persona en su polémica rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria el presidente de la compañía amiga de Soria, Antonio Brufau, que despreció el argumento con un escueto “son dos placas diferentes”. Las posibilidades de que haya petróleo cerca de Canarias siguen intactas, aunque desde este viernes se acrecientan las que apuntan a que no sea para tanto.