Venga, más madera: es la guerra. El guión de José Manuel Soria de “incendiar Canarias”, tal y como lo describía de manera solemne el líder de Coalición Canaria en Gran Canaria, Fernando Bañolas, este martes en una rueda de prensa para denunciar el “viraje a la derecha” y un tipo de “cláusula secreta” entre Nueva Canarias y el PP para 2015 después de la moción de censura en Firgas, acabó por chamuscar hasta las propias palabras del exalcalde de Guía y exconsejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, en una aparente y ambigua defensa de Paulino Rivero. Ha puesto José Manuel Soria a circular, “a incendiar Canarias” en palabras del propio Bañolas, que Rivero ya no le vale de interlocutor a su PP entre los de CC, porque entiende Soria que en CC hay quienes interlocutan mejor que Rivero con sus intereses peperos -de aquellos polvos quedarán siempre estos lodos- y al referente más visible de lo poco que es CC en Gran Canaria le ha dado por dejar en el aire su apoyo tácito a la candidatura de Paulino Rivero a la reelección en 2015. Como si ya de por sí no fuera poco lo que alienta Soria, ese mismo al que crujía en su rueda de prensa Bañolas, para hacer temblar los cimientos de Coalición Canaria con nuevos candidatos a la presidencia del Gobierno que no se vislumbran todavía ni en La Laguna, ni en Schamann, y ni mucho menos en Guía, el presidente de CC en Gran Canaria vino a asegurar que el partido “arropa” a Rivero y tiene todo su apoyo, pero sin venir a cuento, se le vio el rejo y dijo que será en mayo o junio próximos cuando se decida el candidato de CC. Y eso, en plaza coalicionera tan débil electoralmente pero fuerte orgánicamente como es Gran Canaria, con sus delegados a la par que Tenerife en la Ejecutiva Nacional, es mucho decir.