La isla de El Hierro se ha convertido por méritos propios en un lugar ineludible para la peregrinación política estos días de frenética campaña electoral del 20-N y de volcanes en erupción. Esta semana han pasado por la isla decenas de políticos de todas las tendencias para desplegar sus encantos, para pedir el voto y para volver a desplegar sus encantos. Han sido los del PP los que más presencia han personado, si bien la semana se estrenó con una visita institucional, en su papel de consejero de Educación, del socialista José Miguel Pérez. Ya desde el miércoles y hasta el jueves estuvo pateándose El Hierro como un auténtico campeón el número uno del PP por la provincia, Pablo Matos, a quien reforzó con su presencia esa última jornada el presidente del PP palmero, Asier Antona, con quien compartió unos pizcos en el bar El Taperío de El Pinar. Matos coincidió el miércoles por la mañana en la calle con el presidente del Cabildo, Alpidio Armas, al que deseó mucha suerte en la gestión de la crisis volcánica que vive la isla. El remate de la semana lo puso José Manuel Soria, que se constituyó a bordo de un avión fletado para la ocasión por su partido, el PP, un aparato cuya hora de vuelo sobrepasa los 2.000 euros. Una medida que se corresponde perfectamente con el anuncio hecho por la lideresa en Tenerife, Cristina Tavío, quien en presencia del líder regional durante la presentación del local de campaña dijo que ésta iba a ser “austera y a pie de calle”. Parece que algo más cara y de altos vuelos, y no es por llevar la contraria.